El Sábado Santo se trata de un día de luto para la Iglesia católica. No se celebra la misa, no se deben celebrar matrimonios ni otro tipo de sacramentos y tampoco se puede ofrecer la comunión, a excepción de que sea como viático.
De esta manera se conmemora el tiempo de Jesús en el sepulcro y se prepara para próximamente celebrar su resurrección.