El mundo de hoy necesita una metamorfosis de ternura, esa ternura que es amor, ese amor que nos dice quien es Dios, Dios es padre que ama no padrastro, Dios es madre no madrastra, como dice S. Juan,” Dios es amor” (IJn.4,8) , en esta bella carta de Juan nos invita a poner nuestra confianza en Dios amor, y examinar los espíritus , “queridos míos, no se fíen de cualquier inspiración .Examinen los espíritus para ver si vienen de Dios, porque muchos falsos profetas andan por el mundo…ustedes hijitos son de Dios ,y ya tienen la victoria sobre esos mentirosos porque el que esta con ustedes es mas poderoso que el Amo de este mundo. Ellos son del mundo, nosotros somos de Dios” (I Jn.4,1-5)
El apóstol Juan nos revela la ternura del amor de Dios, y creo que con este lenguaje de ternura es con el que Dios quiere pintar un nuevo mundo y una nueva historia, una humanidad diferente, donde el hombre no sea un lobo para el hombre, lo cual requiere una metamorfosis, metamorfosis que significa trasformación ,cambio profundo, substancial, lo que vemos en la sabia naturaleza y obra creadora de Dios, un feo gusano se trasforma en una bella mariposa, de un huevo donde no vemos mas que una superficie lisa apenas sin forma, sale un bello pavorreal, de una semilla diminuta y pequeña, puede salir un árbol frondoso, una bella espiga o una bella flor. Todo ello requiere un proceso de trasformación,metamorfosis que nosotros no vemos y nos admiramos de lo sucedido cuando despierta una nueva vida que solo lo puede hacer la ternura del amor. la mariposa no salió ni pudo volar sin un fuerte esfuerzo por salir del capullo que le envolvía, el grano y la semilla sembrada en la tierra, tuvo que morir en el surco para transformarse en una bella flor o en una frondosa espiga, el huevo tuvo que encubarse por el calor de una madre que fecunda para luego romperse el cascaron, la primavera no viene sino después de un crudo invierno. El bello cuadro luminoso del pintor no llega, sino después una combinación de colores que trasformando la pintura nos dará una gran obra de arte.
Entendemos que es esa metamorfosis la que necesita hoy nuestro mundo, un cambio sustancial, algo nuevo debe salir de esta pandemia que nos encontramos, en esta metamorfosis que podemos hacer hay un elemento fundamental sin el cual no se da el cambio, es la ternura del amor, esa ternura que nos enseña Dios en el actuar de su historia de salvación, es una historia de amor, y si Dios es amor y nosotros fuimos creados a su imagen tenemos que actuar como El, con amor.
Podemos pensar que Dios como el gran artista, está pintando un nuevo mundo y quiere que le ayudemos hacerlo, pero no olvidemos es El, el que con su espíritu crea, pinta, y trasforma lo que tiene en su mente y en su corazón.
Nosotros podemos ser la pintura, con la que El trasforma en bellos colores la obra de arte, el lleva el pincel en su mano con la que diseña ,dibuja y pinta, mezcla nuestra pintura trasformando en nuevos colores, nosotros podemos ser el lienzo blanco de nuestra vida donde el va trasformando el pensamiento en un bello paisaje , con ese color verde esperanza que salió de la mezcla del azul con el amarillo, o ese cielo de azul suave que salió de la mezcla del azul con el blanco, o ese bello amanecer o atardecer que salió de la mezcla del rojo con el amarillo o esa bella rosa que salió del blanco con el rojo. Todo necesita una trasformación que exige una mezcla de colores que solo el artista en su justa medida va trasformando con su espíritu.
Es su ternura de amor la que hace posible la metamorfosis que hoy necesita nuestro mundo, para ello nosotros debemos ayudarle con nuestra docilidad a sus inspiraciones, que su Espíritu nos envía, ese Espíritu Santo que envió a sus discípulos en la pascua:” Como el Padre me envió así os envío yo, dicho esto sopló sobre ellos: Reciban el Espíritu Santo, a quienes ustedes perdonen queden perdonados” (Jn.20,22).
¿Qué es el perdón sino la ternura de un padre que ama? Si, Dios quiere hacer algo nuevo como diría el profeta Isaías “, estoy creando algo nuevo, ¿no lo notáis? (Is.43,19). Hemos de ser profetas de nueva esperanza, de esta metamorfosis de ternura que Dios inspira con su Espíritu Santo, dejémonos trasformar por El. Pongamos nuestra mente y nuestro corazón a su servicio, para que renazca la paz frente al odio, el amor y la solidaridad frente a la indiferencia y la codicia, la humildad frente a la soberbia, la fe frente a la duda, la verdad frente a la mentira y el engaño.
Y surgirá un bello paisaje, no obscuro y tenebroso de una tempestad o borrasca sino un bello cuadro lleno de luz, de serenidad y de calma porque lo envuelve una atmosfera limpia, llena de la suave ternura de Dios que es amor. Amigos entremos en la metamorfosis de ternura que Dios quiere para nuestro mundo, este mundo que le formamos todos, y que necesita de todos, y todos necesitamos cooperar, no nos resistamos al Espíritu divino, nosotros pequeños gusanos que queremos volar, nosotros pequeñas semillas que queremos dar fruto y belleza, que no la borren los vientos ni borrascas de estos tiempos de pandemia.
Hoy día internacional de la tierra, nuestro agradecimiento al Creador, cuidémosla con ternura, defendamos su vida con sacrificio, ella es imagen de Dios, que da vida con gratuidad, como maestra nos enseña con sabiduría cada día, a cambio, aprendamos de su ejemplo, cuidémosla con mucho amor, pensando en el mañana que nace hoy. En el horizonte del Oriente un sol radiante está naciendo. En la Amazonia los arboles y los pájaros se despiertan y alaban a su Creador. Laudato Sí.