Hoy sentimos gozo y alegría y agradecemos a Dios por lo que vemos y vivimos , porque los sueños de la Iglesia amazónica se van haciendo realidad , en el silencio de las periferias donde el Espíritu se va revelando en los pequeños y sencillos .
No podemos olvidar el papel evangelizador de la mujer en la Iglesia amazónica , así nos lo recordaba el Papa en Querida Amazonia cuando dice” Durante siglos las mujeres mantuvieron a la iglesia en pie en esos lugares con admirable entrega y ardiente fe. Ellas mismas en el Sínodo nos conmovieron a todos con su testimonio.” Nº99
El sábado pasado presidÍa una eucaristía en la parroquia S. Vicente en Tarqui, donde con gran alegría era acompañado por un diÁcono permanente indígena Ashuar, Guido, en cuya celebración su hija María, hacia su profesión religiosa dentro de la congregación de las Hermanas misioneras de la Familia de Corde Jesu, las cuales llevan mas de 25 años trabajando en la selva amazónica ecuatoriana junto a la frontera con Peru en la comunidad de Kapawi a orillas de la ribera del rio Pastaza.
Cómo no dar gracias a Dios por estos acontecimientos vividos que hablan de inculturación y encarnación del evangelio en las culturas amazónicas, de generosidad y entrega misionera. La hermana María es la segunda vocación de mujer indígena consagrada, que surge en este sector amazónico, primero fue la hermana Susana hace ya algunos años, hoy María da su si generoso a Dios ofreciendo su vida a Dios para servir a sus hermanos desde el carisma de amor y reparación de esta congregación misionera que la acompañó en su proceso de formación.
La recordábamos en nuestra homilía :no olvidaras tus raíces de donde te llamó el Señor, el amor de Cristo pobre, casto y obediente nos pide como nos recuerda el Papa Francisco: ”soñar por los derechos de los mas pobres de los pueblos originarios donde su voz sea escuchada y su dignidad sea promovida, tú eres la expresión viva de esa iglesia con rostro amazónico, que hoy se hace visible como fruto del trabajo misionero de la mujer en la Amazonia , hoy en nuestra Iglesia , se sigue abriendo caminos nuevos de evangelización para la mujer ,seguimos confiando y soñando en una Iglesia Amazónica, con comunidades capaces de regalar a la Iglesia nuevos rostros con rasgos amazónicos “nº7QA.
Cuando estamos cumpliendo los 7 años de esa red eclesial REPAM cuya semilla se sembró en nuestro Ecuador, no podemos menos de decir “Laudato Si” por este regalo que Dios nos da a esta Iglesia misionera de la Amazonia.
Agradecer a Dios porque bendice con vocaciones consagradas a estas familias indígenas cristianas que han creído y acogido la Buena Nueva del Evangelio y nos proyectamos a un futuro donde no solo las palabras sino serán los hechos los que hablen de esa riqueza cultural y religiosa que tienen estos pueblos originarios.
Surgirá una Iglesia con rostro amazónico que pasará de la periferia al centro, para demostrar una vez más que Dios sigue escogiendo las periferias para hacer de lo pequeño y olvidado lo grande y valioso. Será el tesoro escondido que se va descubriendo poco a poco para brillar y ser luz para una Iglesia fraterna misionera y sinodal. Donde surgirán las mujeres fuertes de la Biblia, las futuras lideres que acompañen y guíen a su pueblo por caminos que llevan al amor a la naturaleza y al cuidado de la casa común ,mujeres protagonistas de la evangelización amazónica, maestras que enseñen a los niños y a los jóvenes, esa sabiduría dormida que hoy despierta para renovar la Iglesia hacerla mas servidora y ministerial, con rostro de madre como el de Maria ,modelo de fidelidad y fortaleza, de paciencia y de constancia.
Sigamos contemplando la creación que crece a nuestro lado, escuchemos la voz del Espíritu en el discernimiento diario. Sigamos soñando juntos para hacer realidad y en red nuestros sueños. Somos pueblo en marcha bendecido por Dios.