Estamos terminando un año en el tiempo de nuestra vida o de nuestra historia , de la historia de nuestra humanidad, pero ¿qué es el tiempo?. Todos hablan del tiempo que hace, frio, calor pero no del tiempo que es vida .¿ que has hecho del tiempo vida que Dios te dio en este año que termina? Es una gracia y bendición llegar hoy a ver el inicio de un nuevo tiempo, una nueva oportunidad que Dios nos da. Día para agradecer por lo que recibimos, para pedir perdón por lo que no dimos y suplica de mendigo para pedir fe, amor y esperanza para cada hoy.
Hoy 31 de diciembre, cuando el reloj marque las 12 de la noche, dirán empieza un año nuevo, y empezará una nueva oportunidad. El Señor, el que te sostiene te dice: No temas, yo estoy contigo, no desmayes porque yo soy tu Dios quien te sostiene, siempre te amaré, te sustentaré.
Somos maestros en dividir el tiempo, cuando proclamamos la palabra de Dios iniciamos diciendo: en aquel tiempo Jesús dijo: Cuando llegó el tiempo… pero Dios llena todo tiempo con su eternidad y podemos decir, no dijo, sino dice: Dios hace todo nuevo hace falta descubrirlo en cada momento. Su palabra se actualiza porque es vida para todos.
Nosotros hablamos como que el tiempo aguantara todo lo que digas o todo lo que haces en el tiempo, empleamos el verbo decir sobre todo en pasado y poco en futuro, lo que hizo, lo que dijo lo que pensó, lo que eso fue pasado, para muchos el pasado no quisieran que existiera, olvidándose que gracias al pasado se pudo construir el presente y es lo único que puede ponerse como punto de referencia para ver en el presente si hemos avanzado o retrocedido.
El que no tiene memoria del pasado no puede tener historia en el presente, quien no reconoce sus raíces no podrá resistir el paso del tiempo, no podrá corregir los errores en el presente ni progresar para el futuro.
HOY AL TERMINAR EL AÑO que llamamos viejo, comienza una nueva oportunidad cuando decimos año nuevo, no sea solo para pasar página, sino para preguntarnos mirando lo que ha quedado detrás ¿en qué invertimos nuestro tiempo en este año que termina?, ¿qué frutos recogimos de lo que sembramos? y en qué vamos a invertir en el que llega?
¿Cómo valorar el tiempo? Si entendemos que el tiempo no es un espacio vacío, sino un espacio de vida que llenar, veremos que no podemos dejar pasar el tiempo sin más ¿bastó un solo segundo para evitar un accidente, para salvar una vida, para completar una carrera.
Pasó el 2021, cuando todas las empresas y comercios hacen sus balances, nosotros ¿qué balance tenemos? ¿positivo o negativo? Quizá los economistas dirán que la pandemia fue la causa de un año más de pérdida, porque no hubo las ganancias que pensaban sacar.
Pero ¿cuántos bancos han quebrado? Mas bien debiéramos pensar ¿cuántos han quedado sin trabajo? ¿Cuántas familias no tienen para vivir con el mínimo de dignidad humana? Y qué hemos hecho para socorrer las situaciones adversas del que sufre,una tarea pendiente para el año que comienza.
¿Cuántos arboles se cortaron este año en nuestra tierra? Tarea pendiente, siembra vida sembrando árboles por los que quedaron caídos sin vida.
Querer medir el tiempo por la eficacia y los éxitos humanos reconocibles, o el número de obras que se han hecho, es olvidar que para Dios el valor de las cosas no está en la cantidad de estructuras materiales que hicimos, sino en las obras buenas que hicimos a los demás, como dice S. Juan al final de la vida nos examinarán del amor, si practicamos las obras de misericordia escucharemos al final de nuestra vida en esta tierra, porque tuve hambre me diste de comer, sediento y me diste de beber enfermo y me visitaste, forastero y me acogiste, el tesoro más valioso es tener amor… Todos tenemos unas raíces y unas historia que nos da identidad y horizonte, cristianos con esperanza, cuidémosla y multipliquémosla.
Por todo ello, la actitud que debemos tener hoy ante Dios es agradecimiento por el tiempo qué es vida que nos regaló.
La pandemia nos ha debido dejar la lección de la realidad de la debilidad y la fragilidad humana con la que somos y vivimos. Eso es un valor, no somos dioses sino criaturas pero con libertad y voluntad para servir al ser, creados a su imagen. Dios en esta navidad lo celebramos abrazando la realidad del tiempo, Él que es eterno, quiso encarnarse enseñarnos al asumir nuestra naturaleza humana que nos ama, para darnos a entender que Dios inmenso amor, desborda en su misericordia, y aunque estemos atribulados nunca desesperados, ¿quién nos separará del amor de Dios?
Hoy nos da la nueva oportunidad que nos permite soñar con un nuevo tiempo en que la gloria de Dios se ha de manifestar en nosotros, porque nos ha dado la capacidad de convertirnos y con Él hacer nuevas las cosas. La esperanza no pasa como el amor que no muere, fue sembrada por Dios en lo más íntimo de nuestra conciencia para trabajar por un mundo lleno de amor y paz. No perdamos la nueva oportunidad y desde ya, iniciemos con alegría el nuevo tiempo de este año 2022, grandes cosas nos esperan. Nosotros no somos quien dirigimos la historia del tiempo, es el Dios amor, y la gracia y la verdad nos vinieron por Jesucristo, el Emanuel, que está con nosotros, un aplauso para Él, principio y fin de todo.
Deseémonos un feliz año nuevo y escuchemos su palabra “ No temas yo estoy contigo, yo soy tu Dios quien te sostiene”