MADRID, 24 Jul. (EUROPA PRESS)
El misionero burgalés, Rafael Cob, vicario apostólico de Puyo (Ecuador) y presidente de la Red Eclesial Panamazónica (REPAM), ha afirmado que la Red «defiende la vida en la Amazonía y los derechos de los pueblos» que viven en ella. «No podemos quedarnos sordos ante los gritos de nuestra tierra», ha añadido.
Así se ha expresado en una entrevista concedida a Manos Unidas, que forma parte de la Red Eclesial Panamazónica (REPAM). El religioso lleva desde 1990 en Puyo, Ecuador. Empezó como misionero y ya ha cumplido 25 años como obispo del Vicariato Apostólico de esa zona amazónica que considera su hogar. En 2022, fue nombrado presidente de la REPAM.
Preguntado sobre la importancia de esta Red en la Amazonía, Cob ha explicado que «el trabajo en red se impone hoy más que nunca a través de las redes sociales y el mundo digital». «Trabajar en red, de forma articulada, era algo necesario y urgente, cuando conformamos nueve países en los cuales hay una realidad que se repite con los pueblos indígenas», ha añadido.
Asimismo, ha recordado que en 2015 llega la encíclica del Papa, Laudato Sí’, que es el marco inspirador para el trabajo que después realizaría la Red. «Este trabajo se tenía que abordar, con los aportes y los distintos pensamientos de todos los países involucrados y también del exterior, porque hay ONG que están en esa misma línea y colaboran. La REPAM ha hecho un importante trabajo de incidencia, sobre todo en los territorios. Lo más característico es el trabajo de escucha de los pueblos en su realidad. La red va respondiendo de acuerdo a los núcleos que se van formando y a la coordinación general que se va tomando», ha relatado.
Según ha detallado los desafíos que se repiten en estos países son varios: «luchar contra la vulneración de los derechos humanos en estos territorios, por el extractivismo que desde hace muchos años se está dando en la Amazonía; también la deforestación de la selva y la contaminación a nivel general de los ríos por la explotación petrolera y minera». «Esas son las amenazas», ha avisado.
«Además, Laudato Si’ nos habla de cómo hay que cuidar la naturaleza y a los pueblos que habitamos en este bioma que es la Amazonía porque es un referente mundial. Sabemos que el equilibrio planetario depende de estos biomas. De hecho, existen estadísticas científicas que confirmaron todo lo que el Papa había mandado en la Encíclica. De cada cinco vasos de agua dulce, uno es producido en la Amazonía. O de cada cinco respiraciones de oxígeno, una correspondería a la Panamazonía», ha apuntado.
Respecto al papel que ha jugado el Sínodo de la Amazonía, el misionero ha asegurado que «la Amazonía necesita un cuidado especial, por eso el Papa, no solo a nivel ecológico sino a nivel de evangelización, convocó al Sínodo amazónico en 2019, que ha podido consolidar y fortalecer todo el trabajo posterior porque encomienda a la REPAM ‘escuchar’ la realidad».
«En esta escucha la Red hizo un trabajo inmenso con más de 86.000 participantes. Ningún Sínodo ha tenido nunca tanta participación. De allí nace un plan pastoral, surgen conclusiones que estamos queriendo llevar a cabo poco a poco. Y es que hoy estamos viviendo la sinodalidad. Las voces que hubieron en ese Sínodo nos dan a entender cómo la Iglesia se abre a una nueva evangelización, a una nueva forma de actuar, de escuchar al pueblo, a las comunidades, que son las primeras que sufren las consecuencias de estas amenazas, como el cambio climático», ha apuntado.
En relación con cómo están dando respuesta a esta situación, Rafael Cob ha comentado que «todos los países panamazónicos existe la misma problemática» y ha dicho que «el núcleo de Derechos Humanos es el núcleo principal de la REPAM».
«La ecología integral (la semilla de Laudato Si’) debe darse para no separar la realidad social de las personas. Lo socioambiental tiene que tener un tratamiento global para que puedan darse soluciones eficaces, de lo contrario se quedarán en parches», ha manifestado, al tiempo que ha añadido que «el núcleo de formación e incidencia también es muy importante para concienciar a la gente».
Asimismo, ha recordado que Laudato Deum es una exhortación apostólica que afirma que «es urgente tomar cartas en el asunto». «Hay que ver cuál es la vinculación de las naciones y los gobiernos con su parte de responsabilidad en los acuerdos de las conferencias como la COP. La COP 30, por ejemplo, va a ser en Brasil, en territorio amazónico. Eso muy importante para nosotros y para el mundo entero», ha agregado.
EL PAPEL DE MANOS UNIDAS
Sobre la importancia de la presencia de Manos Unidas en la Red, ha dicho que la organización participa en los núcleos de Derechos Humanos e Incidencia Internacional y también en el de Justicia Socioambiental y Buen Vivir.
«Quisiéramos agradecer a las instituciones como esta ya que sin su ayuda sería imposible llevar el trabajo del núcleo de Derechos Humanos con las escuelas especializadas en esa temática. En noviembre se pondrá en marcha un nuevo proyecto con la ONG en la región panamazónica. La promoción de los derechos colectivos en estos territorios es uno de los temas prioritarios de esta cuarta Escuela de Derechos Humanos, ya que son fundamentales para la defensa integral de las comunidades indígenas y el mundo en general», ha subrayado.
En su opinión, también es importante la labor de incidencia y formación y tomar conciencia. «Manos Unidas siempre ha sido la mano solidaria para los proyectos», ha apostillado.