Saltar al contenido

LOS GEMIDOS DE LA CREACIÓN, CLAMAN JUSTICIA SIN TREGUA.

septiembre 5, 2024

Hace unos días el Papa Francisco nos invitaba a escuchar el dolor de la tierra que está enferma y gime y grita con manifestaciones que no solo nos deben sorprender, sino que nos pide con urgencia que sanemos sus heridas

En este tiempo de reflexión sobre la creación de la tierra que Dios nos regaló como hogar donde vivir los humanos, plantas, árboles y ríos, agua y mares, viento y sol, luna, nubes y estrellas, aves, animales y peces, todo en un orden perfecto como en un reloj que marca las horas y el tiempo, donde todo se relaciona y como nos dice la encíclica, Laudato Si:” todo está Inter ligado” una relación sin la cual no se podría vivir, una relación de causa y efecto, todo es armonía.

 Una creación divina es maestra que enseña, es madre que alimenta, corazón que late en nuestras vidas, realidad para contemplar su hermosura y su belleza inigualable que cautiva, montañas y paramos selvas y cascadas. Creación que trasforma  y hace el milagro de la vida cada día, ¿cómo entender que una semilla enterrada en la tierra se trasforma en espiga  y está en harina y pan que sacia el hambre del cuerpo hambriento ,  y esa nube en el aire que se trasforma en agua y en lluvia, que sacia la sed y fecunda la tierra ¿quién contemplo  esa trasformación en el interior de la tierra, el caminar de esa semilla trasformada en flor ,en  árbol y en fruto ,solo quien hace milagros  y solo Dios lo puede hacer y solo él lo quiso hacer.

Sabemos contemplar las maravillas de la creación que vive a nuestro alrededor dejarnos sorprender por el milagro de la naturaleza que obedece las leyes que le puso el Creador. Un mundo creado por Dios donde reinaba el orden, la paz y la armonía, el amor y la esperanza cada día desde el amanecer hasta el atardecer. Una tierra sin males, una tierra pacifica, un paraíso.

Mas después de tanto tiempo. miles de siglos han pasados quizá   millones de años y generaciones tras generaciones han caminado por esta tierra creada por Dios, quiere seguir siendo hogar y alimento, madre y amiga, belleza que sorprenda y padre providente.

Mas hoy esta madre y padre, esta tierra gime y está enferma, la han maltratado, la han herido de muerte, la han golpeado, la han manchado su cara y su rostro, la han contaminado, la han deforestado, la han explotado, la han forzado, la han destruido, esta creación de aguas limpias y cristalinas se ha vuelto de aguas turbias, se han secado sus manantiales, se ha agrietado su suelo por la sequía, le han robado sus tesoros. Esta tierra grita de dolor y ¿quién la escucha? ¿Quién la contempla? Las inundaciones y las sequias han hecho su presencia prolongada obligando a tantos hombres a emigrar y buscar cual peregrinos errantes donde poder vivir con dignidad.

 ¿nos duele el dolor de nuestros hermanos, hombres y mujeres dolientes, niños y jóvenes sin horizonte, y los que vienen ¿qué encontraran? ¿Un jardín o un desierto? El cambio climático avanza y este mundo no le pone freno.

 El dolor de los pobres clama justicia, como nos recuerda el Papa: ellos son los que sufren más las consecuencias del dolor de la tierra, la falta de una respuesta social económica y política. La tierra se rebela con las catástrofes ambientales   causados por el hombre.  Tenemos que comprometernos personal y comunitariamente a cuidar el mundo que habitamos, no basta solo escuchar, o mirar las desgracias, hace falta sanar las heridas, con una conversión que nos lleve a un cambio de actitudes y hábitos. Es urgente ser conscientes de que debemos comprometernos todos en la lucha contra la pobreza y la protección de la naturaleza… Tu eres tierra cuídala, tú eres agua protégela tu eres aire mantenlo limpio no lo contamines.

La creación es milagro de amor, contémplalo, agradécelo, cuídalo   y vívelo.

Rafael Cob García.