Saltar al contenido

A caballo entre el cambio de fases en la pandemia ¿Qué hemos aprendido? La virtud vence la pandemia

mayo 19, 2020

Después de dos meses de confinamiento , cuando el camino se hace cuesta arriba, me acuerdo de uno de mis primeros escritos de este tiempo de confinamiento que decía, “si el camino es largo yo lo voy andar porque estoy seguro que voy a llegar”, frase de la canción de de Angel Parra que vamos haciendo realidad a caballo de la pandemia que estamos viviendo. Un caballo a galope que ha ido arrasando vidas y sembrando dolor.

Y ciertamente que después de más de de 60 días se nos hace largo el camino. Pero no por ello debemos dejar de resistir a esta pandemia y vencer a este virus, que siendo tan pequeño e invisible encierra una fuerza tan grande de resistencia , nos hace reconocer a nosotros los humanos, que nos hemos creído tantas veces grandes o fuertes, que en verdad somos pequeños y débiles y nos prueba nuestra resistencia.Cuando hemos contado y escuchado la canción emblemática para nuestra lucha “Resistiré”, pareciera que el oxigeno que se agota vuelve con fuerza a nuestros pulmones para encender nuestra esperanza.

La lección de la resistencia es una lección que se aprende con la experiencia, la fuerza para asumir esta lección ¿Dónde la encontramos? No está si somos altos como gigantes o pequeños, si somos gordos o flacos , la fuerza esta en el interior de las personas no en el exterior, los buenos perfumes y las esencias se guardan en envases pequeños, la fuerza no la da la estatura o capacidad física de la persona, sino la virtud, en estos tiempos de adversidad necesitamos hombres y mujeres fuertes por la virtud ,es decir, virtuosos.

La virtud no se compra sino se adquiere, no con dinero sino con oración y sacrificio, la oración porque el Dios el que da las gracias espirituales de las virtudes y por ello hay que pedirlas con humildad y con fe reconociéndonos como el publicano, Lc.18,13-14).pecadores.

También con sacrificio, “a Dios rogando y con el mazo dando” dice el refrán, por nuestra parte como humanos hemos aprendido que cualquier cosa valiosa y hecho heroico , tiene detrás un gran respaldo de sacrificio, como el atleta para alcanzar marcas, necesita el sacrificio del entrenamiento a fondo , hace pocos días decíamos que las dos armas mas poderosas eran la oración y la penitencia , eso había recomendado Dios a su pueblo y fue la predicación antes y después de llegar Jesús a esta tierra” convertíos porque esta cerca el Reino de Dios”(mt.4,17). También la Virgen Maria en sus apariciones. Eso nos lleva a la necesidad de la conversión que es lo que ahora necesita nuestro mundo y nuestra sociedad.

A lo largo de este confinamiento hemos de haber aprendido a rezar más a Dios y a sacrificarnos, sacrificio que supone austeridad en el consumo o en la comida, ayuno, también privarnos de tantas cosas que hacíamos antes de la pandemia, gustos, caprichos, relaciones sociales, diversiones, fiestas. Fue verdaderamente un esfuerzo de adaptarse a nuevo estilo de vida, aprender a quedarnos en casa para prevenir del contagio fue verdaderamente una escuela de virtud.

Si preguntáramos a la gente ¿qué aprendiste en estos dos meses de confinamiento?, sin duda ha de reconocer que saldrán muchas cosas buenas.

Lamentamos que muchos quizá no quisieron aprender o no aprovecharon la oportunidad, desobedecieron las normas de protección salieron de la casa sin necesitarlo y por desgracia se contagiaron o no pensaron en los demás. Y fueron causa para que otros sufrieran las consecuencias

Sin duda que algunos tendrían motivos para salir de casa para llevar el sustento y les obligo a salir, pero siempre hemos de hacerlo pensando en los demás con las prevenciones necesarias del caso. El número de casos de contagio fueron aumentando día a día en nuestra ciudad, estamos corriendo una dura prueba y esta no ha terminado.

Ciertamente que Dios nos ha ofrecido la oportunidad de aprender en este tiempo, y debemos seguir aprendiendo, ahora cuando nos comunican un cambio de fase de semáforo rojo al amarillo, vendrá la práctica para vivir una nueva etapa, que será diferente, diferente a la de antes y a la de ahora, y se pondrá a prueba lo aprendido.

Ciertamente como nos recordaba nuestro alcalde, es una gran responsabilidad de todos, lo que exige este cambio, de lo contrario en vez de mejorar empeoraríamos y tendríamos que retroceder.

Por eso es muy importante que nos preparemos para el cambio que va a suponer en nuestras vidas. Nos anuncian nuevas medidas económicas nada alentadoras, al contrario desalentadoras el hambre ha llegado a nuestras puertas, esperemos que no sea una peste peor que la que estamos sufriendo

Para entrar en el proceso de cambio porque todo cambio debe llevar un proceso, no es pasar del día a la noche como en un abrir y cerrar de ojos.

Lo mismo que para vivir el día desde el amanecer hasta volver el otro amanecer, para poder volver a ver el amanecer , vemos como el sol ha tenido que mirar, como la tierra ha dado una vuelta sobre si misma para todos ser iluminados. después de la mañana vino el mediodía y después del medio día vino la tarde y después de un bello atardecer vino la noche y después de la noche vino un nuevo amanecer.

Por ello, es importante que nosotros también sepamos hacer ese recorrido con paciencia, con constancia, con respeto, con cariño , con humildad y solidaridad , cumpliendo los protocolos que las autoridades exigen. Por eso todos hemos aprendido que esta interconectado como nos dice la encíclica Laudato Sí, lo que yo hago bien o hago mal, repercute en los demás , tanto en nuestro comportamiento personal como en el comportamiento con las demás personas y cosas, por Ej. El respeto a la naturaleza . creo que estos males que sufrimos también tiene que ver con la falta de respeto a la madre tierra.

Cambiar a una nueva etapa exige una preparación , quizá sino lo hemos aprendido en estos dos meses lo tengamos que hacerlo de una forma acelerada, no queramos saltarnos pasos, nos mandan guardar las distancias y pasar del aislamiento al distanciamiento será una prueba también dura de adaptación, aprendamos no olvidemos, piensa en ti pero piensa más en los demás. Nos jugamos el bien común, el bien para todos lo que exige una fuerte dosis de responsabilidad , el cambio es gradual y progresivo.

Para eso pedir en la oración a Dios que nos de paciencia y si nos portamos bien, Dios nos premiara, porque nada de lo que hagamos bien quedará dice Jesús sin recompensa.. hasta un vaso de agua que demos por amor (Mt.10,42).

Necesita una gran dosis de caridad y solidaridad, muchos están pasando hambre y el hambre aumentará más, es la oportunidad de ayudar y ser solidario con los que nada tienen. La caridad que nos enseño Jesús no es una opción ,es una obligación.

Responsabilidad, primero, paciencia después y amor y esperanza siempre.