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CANONIZACIONES MISIONERAS CON SABOR AMAZÓNICO.

octubre 22, 2025

Acabamos de asistir en Roma a la fiesta del domingo mundial de las misiones: DOMUND donde el Papa León inscribió en el catálogo de los santos a siete nuevos santos que vivieron las virtudes heroicas, entregando su vida por Dios y el prójimo llevando el evangelio de Jesús a los pobres, para hoy la Iglesia reconocerles como modelos de vida a seguir e intercesores ante Dios.

 Fue una experiencia inolvidable para los que asistimos a la ceremonia con miles de personas que llenaron la plaza de San Pedro para agradecer a Dios y a estos hermanos declarados santos.

Aunque todos destacaron por su amor a Dios y al prójimo, queremos hacer resaltar que Santa María Troncatti fue misionera en la selva amazónica en Ecuador, donde murió y su cuerpo reposa en Sucúa, ciudad de la amazonia ecuatoriana del Vicariato Apostólico de Méndez Macas. Ella se preocupó de curar los cuerpos y las almas de sus hermanos mestizos e indígenas, trabajando por la paz y reconciliación siendo gran artesana de la paz entre los pueblos. 

 Por ello decimos que estas canonizaciones tuvieron sabor amazónico, siendo la primera santa amazónica reconocida oficialmente santa por la Iglesia, lo cual es para notros como amazónicos una gran alegría y la compartimos con la Congregación salesiana a la cual la santa pertenece y con todos los que vivimos en la Panamazonía.

Muchas cosas podemos aprender de estos santos, María Troncatti gran luchadora  en su trabajo misionero, preocupándose por los más pobres ,supo llevar a Dios a los enfermos en medio del dolor que tantos hombres y mujeres sufren  en una región  marginada y olvidada, por los gobiernos en la Panamazonía en los distintos países que la conforman, faltos de salud y de los derechos humanos  fundamentales, los cuales son vulnerados mientras ellos  guardan y defienden la selva, tesoro creado por Dios y entregado a los hombres.

 Echamos una mirada a nuestro mundo más allá de nuestras fronteras, un mundo dividido, que grita desde su tierra herida y envuelto en violencia con guerra que siega la vida de tantos inocentes, guerra que siembra la muerte y roba la esperanza, un mundo manchado y perseguido por el poder del egoísmo y la ambición, por la codicia y la falta de solidaridad y atención humana, por no saber escuchar y construir puentes que acerquen a los pueblos y posibiliten la unidad y fraternidad. Que den de comer al hambriento y agua al sediento, con una mano llena de misericordia y un pie ligero al encuentro del que necesita consuelo y justicia para vivir con dignidad.

Por ello nuestro mundo hoy, necesita de santos como los que han sido canonizados que den la vida con amor por llevar la paz y la justicia entre los pueblos, necesita misioneros de esperanza que sean luz con un testimonio que habla con su corazón más que con sus palabras.

 Por todo ello levantamos la voz a Dios por la vida, defendámosla de la muerte y el dolor y hagamos florecer la paz y la justicia uniendo nuestras almas y nuestros corazones, que no nos quedemos en admirar a los santos misioneros como María Troncatti, sino que imitemos a estos santos, que hoy son ejemplo para la Iglesia y para el mundo sembrando amor y esperanza, dando luz de santidad” y al final de la vida recibirán la corona que no se marchita.” Icor,9,25

Rafael Cob.