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Madre: Milagro de Amor

mayo 14, 2023

Madre, la palabra más dulce, la palabra más tierna, la palabra mas socorrida, la palabra más suave y la palabra más fuerte, la palabra más nítida y sonora, la palabra más necesaria, la palabra imprescindible, la palabra creadora, madre.

Dios quiso crear una madre y nacer de una madre, vivió con una madre y murió con una madre y muriendo nos regaló a su madre ¿quién puede vivir sin una madre? Desde que nacemos hasta que morimos necesitamos una madre.

¿Qué es una madre? Muchas cosas y una sola, madre solo hay una dice una canción, pero todos en el fondo debiéramos ser como una madre.

Madre es un milagro de amor, y los milagros solo los hace Dios, por ello Dios creó a las madres, porque todos necesitamos amor y nada mejor se identifica con una madre como el amor.

Por ello también, lo más semejante a Dios es una madre que ama , que cuida, que consuela en el dolor y que comparte la alegría, que intuye el futuro y el peligro, que inspira confianza, seguridad y fortaleza, que protege y que defiende en la hora de los males, nada más fuerte que el amor de una madre, es capaz de dar la vida por el hijo , saca fuerza de la flaqueza y multiplica su generosidad en la necesidad.

¿Quién no recuerda a una madre, en su infancia , en esas manos abiertas que esperan apoyar al niño que al andar se tambalea, a ese niño que fue creciendo y con él, vinieron los miedos y temores, las preguntas e inquietudes, la madre se convirtió en la enciclopedia y el diccionario para todas las preguntas, no fue necesario licenciaturas ni masterados para dar respuestas, su sabiduría es mas profunda que el conocimiento, la madre intuye, discierne adivina, aconseja y auxilia, la madre es la que sirve en la casa la comida ,administradora sin igual que sabe repartir como que el caldo de la olla no se agotara y a todos alcanza, y administra alargando la cobija, más allá donde parece que se acaba y siempre da más,

La madre es el calor y el consuelo ante la pena o la enfermedad, refugio donde esconderse y cima desde donde divisar el horizonte con esperanza, es puerta abierta para acoger a todos y puerta cerrada para no dar paso al enemigo y al que amenaza.

Y en las tormentas y borrascas, ella es la calma y serenidad, es luz en la oscuridad y vela encendida en la noche, la que siempre aguarda y acompaña, disipa los temores y es escolta que vigila, centinela de la noche y amiga en el día , peregrina que camina a nuestro lado , te aconseja y es maestra que te enseña con su vida.

Arquitecta en el proyecto de tu vida , que calcula, que mide y que construye la casa que convierte en familia, la madre es hogar de amor y escuela , es doctora y medicina , remedio para la enfermedad y receta eficaz ,la que conoce tus latidos porque lleva tu sangre, ella es cariño y ternura a la vez desde que te llevó en su seno ,madre es corazón de un amor que siempre permanece , se gasta y regenera de nuevo, sus latidos son pausa y son ritmo, compas de una música que canta con suave melodía a tu oído para llenarte de paz y dulzura.

Madre es lucero en la mañana, que madruga como radiante amanecer para trabajar con nueva energía cada día y que al llegar la tarde trasforma el cansancio en oración y te enseña agradecer al Creador que nos dio el tiempo y la vida .Madre es milagro de amor , porque consigue lo que parece imposible, y sus manos y sus pies, solo pareciera que están para servir y socorrer, sus ojos para contemplar y acompañar cada paso que das, sus labios para pedir para ti y su corazón para amar. Y después de verlo y escucharlo ¿Quién no quisiera ser una madre?

Por ello hoy venimos ante el altar del que creo este amor, para agradecer, al que hizo y nos dio este milagro de una madre, a través de la cual prolonga su vida y su amor, amor de madre.

Gracias Señor por darnos una madre. amor que no muere, amor que le prolonga en el tiempo y por encima de los siglos y de la muerte, una madre que pervive porque el amor no muere.

Dame Señor ese amor de madre, dame un corazón de madre que no deja de latir, unos ojos maternales de ternura y misericordia, unos labios suplicantes que alaben y agradezcan perpetuamente, unas manos providentes que socorran y unos pies que al caminar no se cansen, dame ser como una madre. Y tejiendo y soñando llegue al fin de mi camino con la satisfacción de haber sentido el amor de una madre

Y así cuando me lleves al cielo, pueda allí encontrarla y decirla, gracias madre, porque aprendí tu lección y la puse en práctica. porque Dios me dio un corazón de madre.