Nos unimos a la alegría de esta celebración fraterna y en comunión de concluir esta gran etapa del camino sinodal.
Que el Espíritu que nos iluminó y dio fuerza para hacerlo siga dando sabiduría y coraje para continuar el post Sínodo.
Viene una etapa muy importante para que lo vivido y escuchado no se quede en palabras. La semilla está sembrada hay que hacer que fructifique, gracias Mauricio por tu entrega en la REPAM QUE TANTO HA AYUDADO PARA LA REALIZACIÓN DE ESTE SÍNODO, igualmente a todas nuestras iglesias particulares por su oración y participación, Dios les pague. Seguimos en el camino que el Espíritu nos ha marcado, hagámosle juntos y en la misma dirección.