“Creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios los creó varón y mujer les creó y los bendijo Dios” Gn. 1,27”, iguales en dignidad, complementarios en la acción.
La diferencia en el ser y en el hacer no entorpece ni empobrece sino que enriquece nuestra identidad como personas creadas por Dios.
Con el sello de la igualdad en la dignidad, podemos exigir y reclamar la igualdad de los derechos en la participación y en la toma de decisión. No caigamos en la trampa de luchar por la pobreza de la uniformidad pudiendo ser la riqueza en la diversidad, somos diferentes por nuestra masculinidad o feminidad, ¿qué sería del mundo si todos fuéramos hombres o todos fuéramos mujeres?
Dios nos creó con una sexualidad diferente y no por ello perdemos algún derecho, el ser distintos no nos hace menos importantes que otros ni ante Dios ni ante los demás, ni nos quita la dignidad de ser creaturas de ese Dios padre y madre que nos dio la vida y hasta hoy nos la sostiene para cumplir nuestra misión en esta tierra, casa común que también Dios la creó y nos la regaló para que juntos la cuidemos.
Por ello hoy en el día de la mujer, nos unimos para dar gracias a Dios por lo que somos, hombre o mujer, nos unimos a las mujeres para reclamar sus derechos que son vulnerados o que no reconocidos en una sociedad que no puede preciarse de ser machista o feminista, hombre y mujer juntos por la vida diferentes según el plan creado por Dios, y nadie es mas sabio que Dios y nadie tiene autoridad moral para enmendar su obra creadora o su perfección en bien de la humanidad. Somos seres humanos complementarios que nos necesitamos el uno del otro y entre iguales caminamos unidos para hacer un mundo más justo y humano en armonía.
La biodiversidad de nuestro planeta en la fauna y en la flora no habla de la gran riqueza creadora y diversa.
Cuando sumamos diversidad aumentamos eficacia, cuando unimos fuerzas de diferente pensamiento y de voluntad sumamos fortaleza y sabiduría para alcanzar juntos objetivos que beneficien a todos en equidad, justicia, amor y paz.
Cuando en el mundo de la competencia y el comercio se busca lo diferente para triunfar, para tener éxito en el mercado, podíamos decirnos: ¿qué es lo que en tu vida marca la diferencia de los demás? marca tu diferencia ante la violencia pon tu la paz, ante el desorden pon tu la armonía, ante la mezquindad y pequeñez del egoísmo, pon tú la grandeza y la generosidad femenina, frente a la apatía y la monotonía pon tú la creatividad femenina, ante el futuro y el miedo pon tu la intuición femenina, pon la seguridad y el amor de una mujer madre que ama y da la vida por su hijos, de una esposa fiel o de una hija responsable.
La diversidad, no nos roba la alegría de caminar juntos como familia, donde todos los hermanos no somos iguales pero se quieren y se ayudan, pueblo donde los vecinos conviven unidos en pro de su barrio y comunidad, como nación que luchan juntos por defender la patria de los peligros y las amenazas.
Damos gracias a Dios por la vida de tantas mujeres que son protagonistas en sus hogares, en la educación y conservación de la cultura y de la fe, por ser protagonista también muchas instancias sociales y eclesiales como les corresponde por su dignidad de mujer.
En este día festejamos y felicitamos a la mujer.
Dios las bendiga siempre, Él que se encarnó y quiso nacer de una mujer, su madre María. Y nos la dio como el mayor regalo humano, tener una madre.