Hoy día de todos los santos pensamos que todos estamos llamados a la santidad, para ello no cuenta la edad ni la condición social, raza, lengua y nación.
Todos tenemos una vida que podemos llenar sirviendo con amor y humildad.
Hoy podemos recordar a esos santos anónimos que no han sido canonizados pero que existen madres, padres, niños y jóvenes que han vivido siendo ejemplo y modelo de virtud y santidad que se convirtieron en amigos de Dios.
Pidámosles que nos ayuden en el camino que ellos ya recorrieron para llegar al cielo o que vive en la tierra y son luces que iluminan nuestro sendero.