La Violencia engendra violencia, la violencia es un pecado que debemos erradicar de nuestra vida personal y social.
En este día en que nos levantamos para alzar nuestra voz en defensa de la mujer que sufre violencia queremos recordar que en esta sociedad en que vivimos se esta volviendo una sociedad intolerable por la falta de respeto, por la falta de escucha por la falta de justicia, por la falta de amor.
Partimos como humanos que somos que todos somos iguales a los ojos de Dios, ni la raza ni el sexo ni la religión deben ser causa de marginación, de exclusión, hombre y mujer los creo a semejanza de Él los creo. Gm 1,27.
Por lo tanto somos imagen de Dios hombre y mujer, con una misión en esta tierra a semejanza de Dios que es amor así nosotros debemos amar como Él nos ama.
El amor vence al odio, y como no dice el apóstol: “quien ama a su mujer, se ama así mismo, nadie aborrece su propio cuerpo, más bien lo alimenta y lo cuida”. Ef.5,29.
La Igualdad y la dignidad de las personas está en su misma identidad que Dios nos dio al crearnos, por ello rechazamos la violencia contra la mujer, pedimos y exigimos que la sociedad haga respetar los derechos que cada persona tenemos, para así construir una sociedad donde nunca nos veamos como competidores uno de otro, sino como hermanos que debemos querernos, respetarnos y ayudarnos. Dios que nos creó nos quiere como a hijos y nos pide que nos queramos como hermanos.
Por ello, hoy salimos a caminar a nuestras calles para hacer oír nuestra voz de defensa de las mujeres que son maltratadas, que son violentadas que no son respetadas a las mujeres que han sido asesinadas por el feminismo, por un machismo que nace de la soberbia, de la arrogancia, un poder mal entendido en su misión en la tierra, como hombre, como esposo, como padre como compañero.
Tantos hogares donde los hijos tienen que ver las peleas de sus padres, la violencia intrafamiliar que cada dia se eleva dando el triste espectáculo dela violencia que produce sufrimiento dolor y muerte.
Basta ya de violencia, construyamos la paz en nuestros hogares, cumplamos nuestra verdadera misión de padre y de madre que deben proteger la vida de sus hijos, que un día no les tengan que echar en cara mi padre no respetó a mi madre por eso yo tampoco respeto a la mujer.
Cuando la mujer en el hogar debe ser a la que mas debemos proteger como madre que cuida de sus hijos y de su esposo.
El amor vence al odio la violencia engendra odio y nos roba la paz, en un mundo convulsionado por tanta violencia y guerra, sembremos amor y paz, dos pilares en que se sostiene el bienestar de este mundo que nos toca vivir y proteger.
Pidamos al Dios de la paz y del amor que nos bendiga y nos haga entender que nadie tiene derecho a atentar contra la vida que el nos ha dado. Pidámosle fortaleza y sabiduría para pedir justicia, para saber amar, que las futuras generaciones no tengan que juzgar a esta sociedad que no les enseñamos a respetarnos como seres iguales creados por Dios iguales en su dignidad.
Basta ya de violencia vivamos en la paz construyéndola en el respeto y el amor.