Contemplación y Acción
Un año más el Papa Francisco nos invita a celebrar el tiempo de la Creación del 1ro de septiembre al 4 de octubre fiesta de S. Francisco, y el lema escogido es: ”escuchemos la voz de la Creación”.
Quizá nos suena a repetitivo la palabra «escuchar» pero debemos saber que solo escuchando podremos conocer y comprender el mensaje que Dios nos envía en nuestro caminar, en el camino podemos despistarnos, ser peregrinos que no sabemos descubrir el lenguaje de la naturaleza y el mundo en que vivimos, y pasar inadvertidos ante el mensaje que Dios nos da en los acontecimientos que suceden en el mundo que Dios creo.
“Escuchar la voz de la creación y el grito de angustia de nuestra hermana la Madre Tierra” donde sufren los hermanos más marginados, indígenas, jóvenes y ancianos.
Hay varios lenguajes a la hora de transmitir el mensaje, pueden ser orales, de voz, pueden ser escritos, pueden ser ser signos y hechos que nos advierten de lo que está por venir sino actuamos con prontitud ante los hechos que a nivel mundial sufre nuestro planeta tierra, casa común para los humanos.
Escuchar es aprender, escuchar es contemplar y actuar, escuchar es comprometerse en una acción para el bien común de todos, no podemos continuar siendo indiferentes y quedarnos en meros lamentos ante hechos como el calentamiento global del medio ambiente. Los calores sufridos este verano en Europa con temperaturas que no se habían experimentado por más de 500 años, no solo nos ha de cuestionar sino nos ha de movernos a actuar el Papa Francisco ante el problema de la pérdida de la biodiversidad pide un acuerdo en la ONU para detener la destrucción de los ecosistemas y la extinción de las especies.
Escuchar la creación es ver que las amenazas anunciadas, están dejando de ser amenazas y se están volviendo realidad. La casa común necesita ser protegida de la ambición humana y destructiva, de los abusos a la Naturaleza de esta tierra que Dios creó y nos mandó a cuidar.
El Papa Francisco invita a cambiar de rumbo a las industrias extractivas, la eliminación de combustibles fósiles, hacer frente a los hábitos consumistas de nuestra sociedad.
Nos unimos a la petición del Papa, también oremos juntos como familia humana por las próximas cumbres Cop27 y Cop15 sobre el cambio climático y la biodiversidad, para limitar el aumento de la temperatura a 1.5 c y convertir la mitad de la tierra y los océanos en zonas protegidas.
Por todo ello en este tiempo celebrativo de la creación, escuchar su voz, es comprometernos como nos pedía el Sínodo Amazónico, vivir una conversión ecológica integral, escuchar la creación es seguir soñando no dejarnos robar la esperanza en la lucha por detener la deforestación de los boques de nuestra selva, la explotación y el extractivismo de nuestro suelo, la contaminación de nuestros ríos.
Que la creación siga siendo un canto a la vida, la inspiración de un mundo nuevo de mayor fraternidad y solidaridad, la creación de esta tierra siga siendo oxígeno limpio que respirar, bello paisaje que contemplar, caminos de libertad por donde caminar, agua cristalina que todos puedan beber y disfrutar, aves que surquen los aires y peces que surquen los ríos, flores que hablen de belleza divina y selvas que encierran misterios.
Para juntos con S. Francisco decir: Laudato Si, Oh mi Signore. Alabanza al Creador, demos gracias a Dios por la Creación.
“A Dios rogando y con el mazo dando” dice un sabio refrán que hoy queremos aplicar a nuestro actuar como ciudadanos de esta casa común en donde habitamos. Orar es una fuerza por la que podemos pedir a Dios mueva los corazones para convertirnos, y trabajando, con compromiso por hacer esta casa común habitable, por ello todos somos corresponsables de defenderla, protegerla y cuidarla, que en esta celebración de la creación recordemos las palabras del Génesis: y después de crear esta casa común dice: “vio Dios que todo lo que había hecho y era muy bueno.” Gn.1,31
¿Cuál es la tarea pendiente cada día para nosotros? Que ese reflejo de la bondad de Dios que es su creación, siga siendo bondad, y amor de Dios para todos.
Viviendo en el amor de Dios no habría lugar para vivir en el temor, temor en el que tanta gente hoy esta sufriendo ante las amenazas que ven como tormentas oscuras que descarguen destrucción.
Seamos creativos con la inteligencia que Dios nos regalo, para siempre hacer el bien y evitar el mal. Siendo con nuestra vida, signos de esperanza y de luz, que disipe las tormentas sembrando semillas que encierran la potencia de una cosecha de frutos desde la comunión en el ver, desde la participación en el caminar desde la sinodalidad en el vivir. Creando con el Dios de la vida, defendiendo con redentor de la vida, cuidando con el Espíritu su creación.