FIRMA DE CONVENIO CON EL MUNICIPIO DEL CANTÓN PASTAZAEn este día queremos agradecer a Dios poder renovar este convenio con el Municipio para asistir a nuestros abuelitos.
29 años que el Vicariato Apostólico de Puyo se hizo cargo de esta obra social tan importante. Cuando el Gobierno Municipal de Pastaza pidió al Vicariato hacerse cargo de este asilo.Desde 1992 las Hermanas Hijas Mínimas de María Enmaculada llegadas de México, asumieron este compromiso, que con su carisma y entrega generosa han hecho posible que este hogar de ancianos hoy albergue a tantos ancianitos y ancianitas de nuestra provincia con una calificación de calidad de los más altos de la región y el país.
Para ello, se ha necesitado la colaboración interinstitucional para sacar adelante este servicio como el MIES con el cual se firmó un convenio y hoy con el Municipio.
Cuando surgen los problemas o conflictos nos podemos preguntar: ¿De quién son los ancianitos?, ¿Quién debe cuidar de ellos?, ¿Para quién han trabajado?.
Las respuestas están claras son ciudadanos ecuatorianos, hijos de esta patria, de la que todos formamos parte. Ellos han trabajado en sus años jóvenes para este país, donde siempre han vivido sacando adelante a sus familias trabajando esta tierra, en lógica, su familia y el Gobierno ecuatoriano serían los que se han beneficiado de su vida, en justicia les correspondería a ellos el cuidado de sus vidas.
Lamentablemente la historia de cada uno y la respuesta de la sociedad es a veces injusta habrá muchas razones y circunstancias por la que estos hermanos han llegado a situaciones extremas y deplorables de sentirse al final de sus años abandonados, solos y desamparados pidiendo caridad y atención, y es ahí donde la iglesia a lo largo de la historia siempre ha tenido servicios de atención social por la caridad de los cristianos para responder a las necesidades que emergen cuando falta la debida atención que necesitan.
Atención que requiere como decía una labor conjunta desde diferentes instituciones, la iglesia con estas obras ayuda al estado y a los gobiernos según sus competencias a llevar adelante estas obras sociales, por lo cual los ancianos decía yo en un artículo, son de todos, y todos hemos de arrimar el hombro para socorrer a vivir con dignidad la vida de nuestros mayores.
Por ello, la firma de este convenio tiene una razón y un fin de unir fuerzas, el Vicariato de Puyo al igual que el Municipio y el MIES ponemos nuestra ayuda para hacer de esta casa del asilo de ancianos un hogar confortable. Ej. Últimamente el Vicariato buscó los recursos para tener en este centro un gran espacio terapéutico donde los ancianos puedan rehabilitar su condición física de movilidad que ayude a tener una mejor condición de calidad de vida y así tantas dimensiones de atención que requieren la atención humana y espiritual de las personas.
Agradecemos al Municipio que siendo parte importante y responsable de este Centro y de otros servicios como el albergue San Martín y el comedor San Antonio, cumple con su obligación de atención social con sus ciudadanos más mayores, los ancianos, que tanto han hecho por este pueblo.
Pedimos a Dios nos dé la gracia y sabiduría de poder seguir atendiendo a los más vulnerables y necesitados, escuchando las palabras de Jesús como buenos samaritanos que acogemos al necesitado, lo que hicisteis con uno de estos hermanos más necesitados conmigo lo hacéis.
Gracias.