Rafael Cob, obispo en la amazonía ecuatoriana y presidente de la Red Eclesial Panamazónica, invita a asumir un compromiso ante la realidad sufriente de nuestros pueblos.
La ecología integral debe darse para no separar la realidad social de las personas». Así se ha expresado Rafael Cob, misionero burgalés y obispo de Puyo en la amazonía ecuatoriana durante una reciente visita a España. También es presidente de la Red Eclesial Panamazónica (REPAM), de la que Manos Unidas forma parte, y que en noviembre pondrá en marcha un proyecto para abrir una nueva escuela de derechos humanos en la región.
En unas recientes declaraciones hechas a Manos Unidas a las que ha tenido acceso Alfa y Omega, Rafael Cob ha destacado los principales desafíos a los que se enfrentan las comunidades de la zona y la importancia del «trabajo de escucha de los pueblos en su realidad». «La vulneración de los derechos humanos en estos territorios por el extractivismo que desde hace muchos años se está dando en la amazonía. También la deforestación de la selva y la contaminación a nivel general de los ríos por la explotación petrolera y minera», son algunas de las amenazas que ha destacado el misionero.
Igualmente, ha explicado que la encíclica Laudato si es un «marco inspirador» para el trabajo de incidencia que ha llevado a cabo la REPAM en defensa de la amazonía y sus habitantes. El obispo señala que la encíclica «nos habla de cómo hay que cuidar la naturaleza y a los pueblos que habitamos en este bioma porque es un referente mundial. Sabemos que el equilibrio planetario depende de estos biomas. De hecho, existen estadísticas científicas que confirmaron todo lo que el Papa había escrito en la encíclica».
Sobre esta nueva escuela de derechos humanos que abrirá sus puertas en los próximos meses, ha afirmado que «la promoción de los derechos colectivos en estos territorios es uno de los temas prioritarios de esta cuarta escuela de derechos humanos, ya que son fundamentales para la defensa integral de las comunidades indígenas y el mundo en general». Además, ha llamado a asumir «un compromiso ante la realidad sufriente de nuestros pueblos», enfatizando que no se puede ser indiferente ante el dolor de los pueblos amazónicos y la destrucción de su entorno.