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SAN JOSE PADRE DE FAMILIA Y CONSAGRADO DEL SEÑOR. Mt.1,16-24

marzo 22, 2021

Cuando escuchamos este evangelio en el que se revela a José el misterio de la encarnación de Jesús en María como madre, nos ponemos a pensar que en la persona de José se le encomienda una misión en la que desarrolla dos vocaciones, la de padre de familia y la de consagrado de por vida a Dios cumpliendo los consejos evangélicos que Jesús vivió como consagrado del Padre. Pobreza castidad y obediencia.

La vocación de S. José como padre de familia, que sin engendrar físicamente tuvo la misión de ser el padre de Jesús ante los hombres cumpliendo las leyes civiles que tenia todo padre de familia desde que se llevo a su casa a María como esposa como le dijo el ángel, con la que convivió toda su vida hasta su muerte, desde poner el nombre a Jesús como padre ante las leyes civiles de su cultura, de presentarle en el templo para consagrarle a Dios como pedía la ley.

De trabajar para mantener a su familia con su trabajo en el taller de Nazaret. desde enseñar y educar como padre a su hijo, educando a Jesús como niño y adolescente en su comunidad de Nazaret.

Padre responsable y fiel esposo de María su esposa, a quien amó, respetó y cuidó junto a Jesús. El hombre virtuoso, el hombre justo, como lo llama la biblia, hizo las veces de padre de aquel hijo que Dios puso en sus manos como un gran regalo único, teniendo en su casa nada más y nada menos que al Hijo de Dios y a la madre del Salvador que todo el pueblo esperaba y que ellos María y José pudieron contemplar día a día como iba creciendo en edad sabiduría y gracia, contemplando un misterio que solo a María y José se les reveló el verdadero origen divino por obra del Espíritu Santo.

Por eso José hoy se le propone como ejemplo de padres de familia recordando que él es, modelo de virtud que los padres deben de imitar en su hogar, modelo de padre dentro de esa vocación matrimonial a la que José es llamado a vivir, padre de familia en el cumplimiento y responsabilidad de sus deberes como padre en su comunidad. Hoy le homenajeamos como patrono de los padres de familia y le pedimos por todos los padres para que les ayude a vivir y cumplir la difícil tarea en nuestra sociedad de hoy donde la autoridad paterna se desvirtúa y la educación de los hijos se convierte en un gran desafío para los padres.

Pero también S. José es modelo y ejemplo de vida consagrada, otra vocación que exige vivir un compromiso serio y permanente para toda la vida practicando los consejos evangélicos que S. José como Jesús vivieron, pobreza castidad y obediencia.

Dentro de los planes de José quizá no estaba en su mente las exigencias que el Espíritu de Dios le iba a pedirle para realizar el plan de la historia de salvación como creyente judío. Claro que la persona de José reunía todas las virtudes necesarias que Dios necesitaba para llevar adelante su plan de salvación por eso le eligió a él, el hombre justo sabia que seria capaz de cumplir el plan de Dios.

Pero necesitó que José asumiera libremente los compromisos de vida de un consagrado que Jesús también vivió. Pobreza, castidad, y obediencia. No fue fácil para Jose como no lo es para ningún consagrado aceptar los planes de Dios que a veces chocan con nuestro plan como hombres. Por ello José ante lo que ve en María embarazada y no de él, pensó renunciar a su plan primero y separarse de ella discretamente desapareciendo de la escena y emprender otra aventura.

Pero Dios que siempre tiene sus sorpresas y sus caminos tan diferentes a los nuestros, le revela su nueva vocación. Que le llevara a vivir renunciando a una paternidad física y vivir las exigencias divinas de pasando inadvertido ante los hombres cumpliendo con radicalidad la voluntad de Dios Padre.

Vivió pobre, esta virtud de la pobreza que choca con la sed humana del tener y la codicia de las riquezas materiales del mundo, viviendo con dignidad como una familia pobre en Nazaret, no hubiera tenido José cuenta bancaria hoy, ni aspiraciones políticas ,sociales o económicas como para ser considerado como un hombre rico y noble aunque procedía de la casa real de David en su descendencia. El texto del evangelio en la presentación de Jesús en el templo, nos dice claramente la categoría de la familia de José en Nazaret. de acuerdo a la ley …lo consagraron al Señor como está escrito en la ley…ofrecieron el sacrificio una pareja de tórtolas o cos pichones .Lc.2,23-24) la ofrenda de los pobres.

S. José vivió la realidad de la pobreza evangélica, al nacer Jesús en una gruta de Belén no había lugar en la posada para los pobres. Va a nacer el rey de reyes y nace en la cueva de Belén junto a los animales, pero rodeado de un amor inigualable que es la mayor riqueza divina, el amor de José y de María, desprendido de todo como la pobreza del consagrado con un corazón lleno de Dios y vacío de los deseos mundanos, José vivió en la pobreza de Nazaret en la humildad y en la sencillez de la casa de un carpintero.

José vivió la castidad evangélica como la del consagrado, renunciando a los derechos de la vida matrimonial en su sexualidad y ofreciendo todo su amor a Dios con un corazón libre, indiviso y limpio como consagrado al Señor para dedicarse todo a él y por el Reino de Dios que Jesús luego predicaría. Se adelantaba a vivir la virginidad en la vida esponsal, como hombre célibe ante Dios y ejemplo para el consagrado, de saber que para Dios nada hay imposible.

S. José vivió la obediencia evangélica como la del consagrado. diría Jesús que” había venido a cumplir la voluntad del Padre y hacia lo que al Padre le agradaba. También José, cumplió la voluntad de Dios, obedeciendo lo que Dios le pidió, su corazón estaba al servicio de Dios, obedeció para llevarse a María, obedeció para huir a Egipto y volver a Nazaret, toda su vida al servicio de Dios en esa Sagrada Familia de Nazaret, los sueños de José, los dolores de José y los trabajos de José todo en función de los planes de Dios, total disponibilidad al querer de Dios.

Así llegó a ser ese santo popular, querido por todos, desde su humildad y docilidad, desde saber ser el custodio fiel de su familia, modelo de padre y consagrado de la vida cristiana, patrón de la Iglesia universal.

S. José ruega por nosotros.

Rafael Cob