Como dice la canción, si se calla el cantor calla la vida, y ¿Qué es la vida sin el canto?, la REPAM quiere ser el cantor de la sinfonía que es la Amazonía y escuchar su canto y tejer en ese canto las relaciones y voluntades para articular tanto esfuerzo que hombres y mujeres hacen por detener la violencia en este bioma Amazónico y de otros biomas en el mundo, sembrar la paz y el amor por la naturaleza de esta casa común para todos, ser aliados de los derechos de los guardianes de la selva.