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SIETE DÉCADAS DE VIDA ENTREGADAS A DIOS Y A LOS POBRES

octubre 23, 2021

Hoy un  doble aniversario especial  para mí , 70 años de  mi nacimiento y  45 años de ordenación sacerdotal.

Mi primera palabra en este día es una oración de agradecimiento a Dios por su amor para conmigo por darme la vida y por llamarme a colaborar con El eligiéndome  para ser sacerdote, porque un día como hoy hace 45 años me consagró y me dio el don del sacerdocio para ser su instrumento de salvación a través de este servicio ministerial en su Iglesia.

Siete décadas han pasado desde que nací un día como hoy 23 de octubre, 70 años que quiero celebrar con alegría  y humildad, dos virtudes que siempre quise poner en practica para que nuestra entrega de amor contagie a los demás de ese Espíritu de Dios que es alegría, para identificarnos con Jesús nuestro maestro y amigo,  de quien aprendemos a ser su buena noticia que trae siempre alegría y paz. En medio de un mundo triste y violento debemos llevar alegría y esperanza que tanto necesita nuestros pueblos. Jesús decía: “he venido anunciar la buen noticia a los pobres, he venido para que todos tengan vida y vida en plenitud “Id por todo el mundo y llevar la buena noticia a todos los pueblos.”

Y ¿Cómo hacerlo?, Como Jesús, desde un servicio con humildad y entrega, ”he venido para servir no para ser servido”, aprended de mí que soy manso y humilde de corazón”.

Difícil de cumplir, nunca dijo Jesús que era fácil ser cristiano  y discípulo de Él, “Él  que quiera ser mi discípulo que se niegue a si mismo tome su cruz y me siga”

Sin hacer ruido, con prudencia y discreción, buscando en todo momento servir y especialmente a los pobres y saliendo a las periferias. los santos pasaron por el mundo  dando luz con su humildad y alegría de Dios. En la pequeñez y  en el silencio granito a granito construyendo su reino de amor y verdad, de justicia y de paz. levantando al que esta caído como lo hizo el buen samaritano desde la gratuidad, defendiendo al  débil de la injusticia como el profeta, con la humildad que vivió Jesus y María “he aquí la servidora del Señor hágase en mi según tu palabra”

Muchas hojas escritas y muchos kilómetros recorrido en estos 70 años de vida y 45 de sacerdocio. Tendríamos muchas anécdotas que contar para manifestar la misericordia de Dios para conmigo. Muchas gracias inmerecidas que Dios me ha dado: mi familia, mis amigos, y tantas personas que salieron a mi camino, nos tocó un camino de rosas y espinas, que han ido marcando las huellas misioneras de mi vida.

Quisiera agradecer a Dios por la vocación misionera a la que me llamó  por haber encontrado en la Misión la razón de mi vida , la pasión misionera que encendió en mi corazón y cuyo fuego ha permanecido encendido hasta hoy con la gracia de Dios, para decir como el lema del Domund de este año. No podemos dejar de anunciar lo que hemos visto y oído “Ciertamente eso responde al espíritu misionero de nuestra Iglesia que necesita del testimonio de todos los cristianos para pregonar el amor de Dios que quiere llegar a todos los corazones».    

Hoy agradecemos por haber podido anunciar lo que hemos visto en la historia de amor que Dios hace con cada uno de nosotros, gracias porque hemos podido proclamar lo que Dios nos ha comunicado y nuestros oídos escucharon. Y todo para ser esa Iglesia en salida, siempre misionera y esa Iglesia fraterna para sentirnos todos hermanos y familia, y para ser esa Iglesia sinodal, que como pueblo de Dios caminamos juntos y unidos  por el mismo Espíritu abriendo nuevos caminos de evangelización como nos ha pedido el Sínodo Amazónico.