Queridos hermanos sacerdotes, un año mas nos reunimos para celebrar la misa Crismal del Obispo con su presbiterio dentro de estos días sagrados de la Semana Santa .
Una misa crismal sin precedentes, una misa crismal con pastores pero sin nuestros queridos feligreses, a puerta cerrada ,ciertamente nos sentimos raros sin pueblo que podamos ver y con quien compartir cara a cara, pero ellos están al otro lado , muchos nos estarán viendo por sus celulares o pantallas de computadoras, desde aquí les enviamos nuestro saludo cordial y fraterno.
Si la pandemia del Coronavirus este año nos ha obligado a celebrarlo desde la casa a puerta cerrada, nadie podía imaginar hace unos meses atrás que esto sucediera, pero como decíamos en nuestros escritos hace falta ver a Dios que escribe recto sobre renglones torcidos , que nos envía acontecimientos que son signos que debemos saber interpretar en estos tiempos.
Pero las circunstancias aunque nos haga estar en escenarios inesperados, sufriendo por este confinamiento obligatorio ante la pandemia, no nos dejamos robar los tesoros que Jesús dio a su Iglesia el día de su Pascua en su última cena con sus discípulos , es por ello que nosotros que hemos sido beneficiados de ellos de forma particular por ser consagrados en nuestro sacerdocio presbiteral, no podemos dejar pasar la Pascua del Señor sin celebrar este día donde queremos expresar la comunión que nos une como Iglesia sacerdotal del Obispo con sus sacerdotes y juntos celebrar con alegría y esperanza la acción de gracias por el sacerdocio recibido sin nosotros merecerlo.
Cantaremos el Venicreator sabiendo que por el Espíritu Santo el obispo puso sus manos en nuestra cabeza para comunicarnos el sacramento del Orden sacerdotal.
Y con ello nos constituyó en administradores de la gracia de Dios que llega a través de los sacramentos para los cuales consagraremos en esta eucaristía los santos oleos y el santo crisma para ungir con ellos a nuestros niños jóvenes y adultos de nuestras parroquias.
Si bien el pueblo cristiano que este año no tendremos en nuestros templos, seguirán estando presentes ellos en nuestro corazón, y nosotros también estaremos en su mente desde sus casas y en su corazón y hoy de forma particular nos echaran de menos , algunos con lagrimas en los ojos pedirán a Dios por nuestra fidelidad, y le darán gracias por lo que les hemos podido dar especialmente en este confinamiento de la pandemia.
Nos enviaron por medios digitales felicitaciones y agradecimientos porque el domingo de pasión pudieron contemplar y recibir la bendición con esa presencia especial del Santísimo Sacramento por las calles de nuestros barrios de la ciudad. Sí, se sintieron Iglesia católica con gozo y alegría, porque lo más valioso de su fe Cristo eucaristía les visitaba , y desde sus ventanas y balcones saludaron a Cristo y a sus representantes.
Y el domingo de ramos sintieron también que sus creencias revivieron como nunca, algo que no se esperaban que pensaban que este año sería imposible, en ese ramo o en esa maceta o en esa agua que pedían ser bendecidos, y allí estaba su pastor, el sacerdote su párroco que no les abandona cuando mas lo necesitan, si ese es el buen pastor que arriesga su vida por sus ovejas y allí estuvimos movidos por el Espíritu de Dios para celebrar la eucaristía a puerta cerrada y sin pueblo en el templo como hoy lo hacemos en esta catedral. Fue una experiencia que nunca olvidaremos todos, sacerdotes y pueblo, padres e hijos y trasmitirán como el abuelo contando el cuento a los nietos, pero esto no será cuento será historia , esta parte de nuestra historia el año del corona virus dejara huella imborrable.
Esta pandemia nos está descubriendo que a pesar del dolor esta trayendo también conversión de corazones y fortalecimiento del amor a Dios y al prójimo. experiencias inigualables. Por ello también en esta semana desde las Cáritas parroquiales, nuestra Iglesia ha socorrido con caridad a los más pobres, repitiendo esas fundas de alimentos para sobrevivir, en estos duros momentos donde tantas familias y ancianos no tienen que llevarse a la boca.
Pero decíamos que veníamos agradecer a Dios por nuestro sacerdocio, no quisiera terminar esta homilía sin compartir este mensaje sacerdotal, estos días en nuestra radio Puyo cuyo servicio en estos momentos es mas necesario para el pueblo hemos estado enviando todos los días del confinamiento como la voz del pastor un mensaje de esperanza y animo para los que nos han escuchado desde sus casas, y ayer lo dedicaba para que valoraran el trabajo del sacerdote, que tenia la misión más grande del mundo y la más difícil , “aquella frase de Jesús en su ultima lección a su discípulos, lo revelaba todo “ustedes no son del mundo como yo tampoco soy del mundo ( Jn. 17,16) tienen que estar en el mundo sin ser del mundo , algo tan difícil como que sin el no lo podemos hacer, les recomiendo que lean este capitulo 17 de S. Juan, una bellísima oración al Padre por sus discípulos. Por nosotros sacerdotes. como su testamento que ningún hijo olvida de labios de su padre.
Preguntaba a uno de nuestros sacerdotes ¿ cual frase piensas que debe identificarse un sacerdote ? y ciertamente coincidía con el pensamiento de nuestro patrón el Sto. Cura de Ars. El sacerdote no es sacerdote para si mismo, sino para los demás” que coincide con la de Jesús:” no he venido para que me sirvan sino para servir.(Mc.10,45) si hermanos, somos servidores del pueblo de Dios no amos ni señores, ser buenos pastores no caporales ni dueños del rebaño .Eso no nos lo enseña el mundo sino Jesús que sirvió hasta dar la vida por nosotros y hemos de practicarlo si de veras queremos ser sacerdotes con identidad de Cristo.
Ahora bien, ¿cómo podrá hacer este servicio tan importante de mostrar a los demás quien es , otro Cristo si no tuviéramos a Cristo dentro de nosotros, y como le tendremos dentro de nosotros sino alimentáramos nuestro espíritu sacerdotal como lo alimentaba el. Necesitamos orar más , necesitamos no caer en la trampa del activismos y querer ser solo constructores de templos cuando lo que hay que construir es el Reino de Jesús en el templo de las almas de nuestros feligreses.
Por ello, también hoy pedimos al pueblo que oren por sus pastores para que sean fieles a su misión, no es fácil para nosotros renunciar a un mundo que por todas partes no bombardea queriéndonos caer en sus redes de la mundanidad y la vanidad agradece en este jueves santo al sacerdote que te bautizó ,te dio la primera comunión te casó o te ayudó en tal situación adversa. Reza por los sacerdotes y por los que se están preparando para serlo, si nuestros seminaristas. Muchos son los llamados y pocos los escogidos. nuestra Iglesia son pocos los sacerdotes, necesitamos que jóvenes valientes apuesten por esta vocación sacerdotal, oremos por ellos para que sean generosos y vean como les decía el Papa Francisco .quienes son los héroes hoy no las estrellas de cine y los famosos son los que sirven como tanta gente en esta pandemia .
Finalmente, queridos sacerdotes les quiero decir que el obispo si está preocupado de ustedes quizá más de lo que ustedes puedan estarlo por él .oro por ustedes personalmente y les pido oren por mí también, no es fácil llevar la cruz de la responsabilidad de guiar y marcar el norte , a veces hay que enderezar el timón de la nave para poder llegar a buen puerto. Y eso a veces duele, mas cuando vivimos en comunión es más fácil, estaba leyendo el ultimo discurso del Papa Francisco a sus sacerdotes de Roma donde les ponía alerta de los peligros que podemos caer ,uno de ellos era el aislamiento de la gracia y de la historia que nos hace incapaces de relacionarnos e invitaba a la comunión con Cristo y con la gente. Si, por ello necesario esa comunión reciproca que debemos vivir obispo con sacerdotes , sacerdotes con obispo.
Que hoy sea un día al renovar nuestras promesas sacerdotales de fortalecer nuestra identidad sacerdotal y fraterna de nuestro presbiterio unidos cómo los sarmientos a la vid que es Cristo para dar fruto.
R.cob