
En este día queremos hacer reseña de lo que significa la Amazonía para el mundo, la Iglesia y para todos los que vivimos en ella.
La Amazonía es un referente mundial para el equilibrio de todo el planeta, así nos lo hace conocer la encíclica Laudato Si. Científicos historiadores, misioneros y tantos que han estudiado y escrito sobre este gran tesoro natural que supone la Amazonía; nos hace entender que la responsabilidad de cuidar este jardín amazónico es tarea de todos.
En esta tierra se han fraguado muchos sueños como nos dice la exhortación apostólica Querida Amazonía que nos invita a seguir soñando. Sueños que están llenos de esperanza y anhelos, deseos que cumplir.
La historia es muy larga para contar, como el río Amazonas que da nombre a esta porción del continente de la Esperanza, con un recorrido de 6.275 Km.

Antes y después de la colonización de América los pueblos originarios han permanecido fieles a sus tradiciones como guardianes y centinelas de la selva amazónica.
Pero no podemos menos de recordar aquel 12 de febrero de 1542 en que el capitán Francisco de Orellana saliendo de Quito con un grupo ecuatorianos iniciando días atrás la gran aventura por el oriente ecuatoriano se embarcaría por las aguas de estos grandes ríos de la Amazonía para llegar al descubrimiento del rio Amazonas un día como hoy.
Nos sentimos orgullosos de esta gesta histórica y la queremos celebrar dando gracias al Dios de la vida, que creó este mundo maravilloso de la Amazonía con su flora con su fauna con sus ríos, alabarle por toda la creación y pedirle que nos ayude a cuidarla como nos dice en la biblia creo Dios la tierra y al final vio que todo lo que había creado era muy bueno Gn1,31 y se lo entregó al hombre para que lo cuidara.
Por ello también le pedimos hoy perdón porque los hombres de este mundo no han sabido cuidar esta maravilla, la codicia y el egoísmo les ha segado explotando la tierra desde sus entrañas, hiriendo gravemente el planeta y su medio ambiente, con la deforestación desnudando a la tierra, con la contaminación de sus aguas y sembrando enfermedad y pobreza en esta Amazonía.

Hoy, queremos pedir a Dios no de la sabiduría para cuidar la Pachamama con la sabiduría ancestral de nuestros pueblos originarios, memoria de vida para todo el planeta, buscando la armonía de esta tierra donde todo está interconectado.
Hoy en este día amazónica queremos comprometernos a seguir trabajando en defensa de la vida de esta tierra y de los pueblos que en ella habitamos. Por ello un día construimos este parque Laudato Si, aquí en la ciudad de Puyo, en este lugar donde nos encontramos donde se sembró la semilla de esa organización y red eclesial de la REPAM, la cual sigue articulando tantos esfuerzos de los distintos pueblos y comunidades que vivimos en el gran bioma de la Amazonía 7 millones de KM2 más de 34 millones de personas.
Aquí, el Vicariato de Puyo siguió trabajando por el medio ambiente y construyo hace un año; hoy este Centro ambiental la Pachamama, para formar y educar a nuestros niños jóvenes y adultos sobre el cuidado de la Naturaleza. Sensibilizar a nuestros pueblos sobre las amenazas de las consecuencias que se vienen de no hacerlo, por ello hoy nuestro compromiso de anunciar y denunciar como Iglesia profética la buena noticia que Jesús nos dejó.

No queremos olvidar el gran acontecimiento mundial fruto de ese esfuerzo común de todos los amazónicos y los que aman la tierra como el Papa Francisco el Gran Sínodo amazónico celebrado en el mes de octubre de 2019 en Roma, un hito histórico que no podremos olvidar.
Fruto de él se podrán hacer realidad muchos sueños para nuestros pueblos- como La CEAMA organización inédita en la historia de la Iglesia quien vera por el trabajo pastoral y desarrollo espiritual de nuestros pueblos.
Otros frutos están por venir.
Nuevos ministerios para el cuidado de la Casa común, guardianes de la selva.
Nuevo Rito amazónica para una celebración litúrgica inculturada.
Protagonismo de la mujer en puestos de responsabilidad.

Hoy en el V aniversario de la exhortación: Querida Amazonía nos sentimos unidos en el compromiso de contemplar la hermosura y belleza de la Amazonía creada por Dios y de defenderla y cuidarla. ¡VIVA LA AMAZONÍA! y sus pobladores amazónicos.
Mons. Rafael Cob, Obispo de Puyo