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Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones Nativas 2023

mayo 20, 2023

UN SUEÑO DE LA IGLESIA AMAZÓNICA HECHO REALIDAD

¿A QUIÉN MANDARÉ? AQUÍ ESTOY MANDAME A MI.

Esta mañana asistí a la ordenación sacerdotal de un joven indígena Kichwa, Braulio, al que le conocí como seminarista en nuestro seminario misionero Sta. María la Mayor en Quito, siempre con la sonrisa en sus labios con una gran disponibilidad para servir y una sencillez que le caracterizaba en su relación con los compañeros. Hoy después de un largo camino, Dios le ha convertido con su gracia trasformadora en el primer sacerdote indígena de su Vicariato de Napo.

Como no agradecer a Dios por este acontecimiento eclesial en nuestra Amazonía Ecuatoriana. Volvemos a experimentar que Dios sigue llamando a todos sin distinción de raza, lengua, cultura o condición social.

Que Dios siga escogiendo la luz de las periferias para iluminar el centro, para ver que los sueños de los pobres, también se alcanzan y se hacen realidad. Como decía el Papa Francisco en su Exhortación Apostólica de Querida Amazonía: ”Sueño con comunidades capaces de entregarse y encarnarse en la Amazonía, hasta el punto de regalar a la Iglesia nuevos rostros con rasgos amazónicos” QA.7, he ahí el fruto de ese sueño.

Si, seguimos soñando con una Iglesia con rostros amazónicos, porque Dios Padre Providente nunca abandona a su pueblo ni al que pone su confianza en Él, tiene su mirada en los sencillos de corazón, en estos pueblos originarios dentro de su plan de Salvación, sigue resonando en el corazón de los jóvenes amazónicos la llamada y la invitación a seguir a Jesús a través de la vida sacerdotal para ser los pastores de su pueblo, con ese corazón generoso y humilde, abierto para acoger las inquietudes gozos y sufrimientos de sus hermanos.

Braulio escogió en su recordatorio de ordenación sacerdotal las palabras del Profeta Isaías: “¿A quién Mandaré? Conteste: Aquí estoy mándame” Is.6,8.

Ello revela primero la escucha a la voz de Dios, que sigue buscando, pidiendo y encontrando almas generosas que escuchen su suplica ¿a quién enviaré? Necesitamos escuchar, la escucha es una de las actitudes fundamentales, en la relación del hombre con Dios, en la relación entre nosotros , en la relación con la creación que Dios nos ha regalado para que la cuidemos. Las culturas indígenas tienen un oído fino para escuchar los sonidos de la selva exuberante de la madre tierra donde viven, y también para escuchar la voz de Dios Padre que nos quiere hacer partícipes de llevar a los demás su vida en plenitud , de anunciar la buena noticia que Jesús ha traído para todos los pueblos de la tierra. Debemos hacer silencio en nuestras vidas frente a tanto ruido y bulla de nuestro mundo materializado y tecnificado. entrémonos en esta tierra sagrada con los pies descalzos.

Y Junto con ese oído abierto a la invitación de Dios, la disponibilidad y voluntad para responder afirmativamente diciendo como el profeta: Aquí estoy, mándame. Sin poner condiciones ni barreras sino ser puente de salvación para todos, pastoreando al pueblo que Dios le encomienda, no olvidando sus raíces y su cultura. mostrando la alegría con orgullo de pertenecer a este pueblo indígena que le vio nacer y crecer entre ellos. Toda una bendición de Dios para él, para su familia y para su pueblo.

Hoy es un día histórico no solo para nuestro hermano Braulio donde comienza su servicio como sacerdote de esta Iglesia misionera en la Amazonia, también para toda la iglesia abierta y en salida, como pueblo de Dios en marcha hacia ese Sínodo convocado que nos muestra como el Espíritu de Dios sopla fuerte y nos conduce en este Kairós de la Iglesia para saber discernir y actuar ante los signos de los tiempos .Braulio se convierte en una respuesta a la inquietud de tantos jóvenes indígenas como él para decirles : Si se puede, su testimonio es un signo claro para los que dudan, para los que se cansan de perseverar, para los que pierden su esperanza, como diría Stan Teresa:” quien a Dios tiene, nada le falta Solo Dios basta.

Como decía el Papa Francisco para la jornada mundial de oración por las vocaciones : vocación: gracia y misión. Esta llamada inscrita en lo más intimo de nuestro ser, nos alcanza ,por la acción del espíritu Santo de manera siempre nueva, ilumina nuestra inteligencia, infunde vigor a la voluntad , nos llena de asombro y hace arder nuestro corazón” Ciertamente la vocación es una gracia que no merecemos, pero su amor es más grande que nuestra pequeñez, agradezcamos a Dios este gran regalo para servir y no olvidemos todos tenemos una misión que cumplir en esta tierra, que implica un envío, no hay vocación sin misión porque Dios te ama el te llama, respóndele, El te envía.