29 junio 2024
Queridos diáconos, Jeison, Kevin y Daniel, hoy llegáis a ver cumplido vuestro sueño de ser sacerdotes misioneros del Señor para esta Iglesia misionera que os acogió como buena madre y os preparó a través de un largo camino de formación en la oración el sacrificio y la entrega generosa, que fuisteis asumiendo en la vida de nuestro seminario para formar parte de esta Iglesia misionera fraterna y sinodal. Dios tiene sus caminos y sus sueños y cuando nuestros sueños coinciden con los de Dios llega la felicidad que hoy sentís al recibir este gran sacramento y bendición de la ordenación sacerdotal
Quizá pasaran años para poder repetirse una múltiple ordenación sacerdotal múltiple, como la que tenemos hoy en esta catedral, poder contar con tres sacerdotes en una misma ordenación no es fácil, sabemos que es una gracia y bendición que Dios nos regala y por ello le decimos gracias Dios misericordioso por este regalo que nos das.
Hoy en este día singular 29 de junio, en que la Iglesia católica celebra la fiesta de los apóstoles S. Pedro y S. Pablo, columnas en la Iglesia que Jesús fundó. En este día oramos por el sucesor de Pedro, hoy el Papa Francisco un gran apóstol que como Pedro y Pablo anuncia con valentía el mensaje del evangelio de Jesús, guía y anima cada día como Pablo a sus comunidades, lanzando a ser una Iglesia en salida, misionera, llevando la barca de Pedro hacia una Iglesia que se renueva, no anquilosada en el pasado navegar hacia aguas más profundas y llegar a puerto seguro.
El evangelio que hemos escuchado es la confesión de Pedro ante la pregunta que Jesús le hace y que también os hace a vosotros. ¿me amas más que estos? Ciertamente el amor es el origen y el fin de toda vocación, somos amados por Dios y con n amor inimaginable que nadie lo puede superar. Un amor pleno, un amor gratuito, y un amor eterno. Las grandes cosas solo se hacen con amor hace tiempo escribí un artículo que titulaba ¿cuánto vale un sacerdote? hay muchas profesiones en el mundo y se les valora por lo que hacen , algunas muy valiosas pero ninguna llega a poder hacer lo que puede hacer un sacerdote, la Iglesia y el mundo no puede subsistir sin sacerdotes por ellos nos llega, el pan de vida , el milagro de hacer venir Cristo en cada Eucaristía , el perdón de Dios para administrar su misericordia divina por la que nos llega el perdón y la paz.
Dios pone en vuestras manos un poder que nadie se puede, arrogarse para sí, el sacerdote vale no por lo que en sí sea su persona, alto. Guapo, inteligente, lo es humano y pecado, vale por lo que Cristo quiere que esa persona haga en su nombre.” Haced esto en memoria mía “Lc.22,19” a quienes les perdonen los pecados les quedaran perdonados “solo quien ha conocido y experimentado el amor de Dios a través de la acción de un sacerdote sabe valorar lo que vale un sacerdote. Decía el Sto. Cura de Ars: ¡Oh que grande es el sacerdote! ¡Si comprendiéramos bien lo que representa un sacerdote sobre la tierra, moriríamos de amor “El amor de Dios no tiene precio, y sigue resonando las palabras de la pregunta de Jesús ¿me amas? y ante la respuesta sincera de Pedro, Sí, Señor tú sabes que te quiero. Jesús le responde Apacienta mis corderos, Pastorea mis ovejas, nos marca la tarea de ser pastores que debemos alimentar el rebaño que Dios nos confía siguiendo el ejemplo de Jesús Buen Pastor. Jesús insiste una y otra vez preguntando si le amamos, porque solo el auténtico amor sana y salva, es fácil decir te quiero, te amo, cuando las cosas no corren riesgo ni compromiso, tres veces le pregunta Jesús a Pedro si le ama, tres veces en la pasión de Jesús Pedro le negó que le conocía. ¿será que Jesús no se fía de nuestras palabras humanas? y en verdad conocemos historias de hombres y mujeres en que han dicho en su consagración o en su matrimonio, si al Señor y después le han abandonado, no han cumplido su promesa con Dios a pesar que Jesús el esposo, siempre es fiel, aunque los humanos respondamos con la infidelidad.
Por tercera vez le dijo Jesús: Simón hijo de Juan ¿me quieres? Se entristeció Pedro que le preguntara por tercera vez, ciertamente no es para menos, le toco un examen difícil a Pedro, examinarnos del amor, es un examen difícil, ¡hay tanto amor contaminado en la vida humana ¡pero Dios conoce nuestro corazón nuestros sentimientos y deseos no le podemos engañar, por ello la última respuesta de Pedro le hace una declaración de un amor sincero que es lo que se valora de una persona, ser sinceros “Señor, tu conoces todo, tú sabes que te quiero. Que bonitas palabras que demuestran ese corazón noble de Pedro, esa respuesta es la que cada día debemos decirle a Jesús, Señor te quiero, y demostrarlo cada día1 en esos compromisos que vais hacer hoy, amarle en la renuncia por amor a él para vivir la castidad de vuestro celibato, como un amor de corazón indiviso que exige una entrega total sin condiciones, para vivir ese matrimonio espiritual , como esposo de su Iglesia, donde él se hace presente, en el pobre y necesitado, en el niño y el anciano,
Quererle en la obediencia que hoy hacéis como promesa al obispo, para morir a nuestro yo y vivir el nosotros, con docilidad en el servicio, apacienta mis ovejas. No olvidéis, debemos ser esos buenos pastores con olor a oveja como decía el Papa con una misión in culturada, cercanos siempre a Dios y al pueblo. Desprendidos de las cosas que nos atan como las riquezas mundanas, vivir la pobreza evangélica para tener la mayor riqueza el amor de Jesús y el amor de la Iglesia.
Decía S. Juan de la Cruz y al final de la vida te examinarán del amor “y que podamos ser aprobados en aquel examen.
Damos gracias a Dios porque nos ama por encima de nuestros pecados limitaciones y debilidades, es más grande siempre el amor de Dios que todo el mal que el hombre puede hacer, siempre es más fuerte el amor, sepamos vivir el amor en ese celo apostólico por salvar a las almas, no olvidéis Dios os llama en la playa del mundo y dejar allí vuestras redes, vuestra barca, vuestra familia, para que, siguiéndole a Él, como Pedro y como Pablo, haceros pescadores de almas no de peces. Desde hoy seréis sacerdotes no hay otro nombre que desde ahora os identifique mejor, sacerdotes para sanar el mundo, sacerdotes para santificar el mundo, sacerdotes para siempre. Con gran alegría toda nuestra Iglesia misionera se alegra con vosotros como la Virgen María la mujer fiel, la madre amorosa que os enseña y protege sea vuestra oración el magníficat que ella cantó, sea nuestra vida reconocer nuestra pequeñez y la grandeza de Dios que hace en nosotros. Sean testigos del amor de Dios. Felicitaciones. Dios os ama.
Rafael Cob García, Obispo de Puyo.