“Un aspecto que caracteriza a San José y que se ha destacado desde la época de la primera Encíclica social, la Rerum novarum de León XIII, es su relación con el trabajo. San José era un carpintero que trabajaba honestamente para asegurar el sustento de su familia. De él, Jesús aprendió el valor, la dignidad y la alegría de lo que significa comer el pan que es fruto del propio” (Carta Apostolica: Patris Corde)
Pocas veces vemos la imagen de S. José trabajando en un taller como carpintero, casi siempre le vemos de la mano de Jesús o teniendo a Jesús en sus brazos.
Quisiera trasladar mi mente a esos bellos cuadros en que pintan a la Sagrada Familia con José trabajando en el taller y el niño Jesús queriendo aprender.
Ciertamente que el texto de Mt. 13 55, nos dice que la gente de Nazaret escuchando a Jesús se asombra de su sabiduría diciendo: ¿no es este el hijo del carpintero?… ¿De dónde, pues le viene todo esto?Mt.13,55-5 6Con lo cual sabemos que José era carpintero y Jesús aprendió mucho a los pies de José sobre el valor del trabajo humano, seguro que Jesús también ejerció este oficio de carpintero hasta que abandonó Nazaret para empezar su vida pública.En tiempo de José no había talleres mecánicos, ni tantos oficios que el mundo de hoy a través de su progreso ha ido incorporando.
José tenía que sostener su familia como Dios le pidió, quizá no poseía tierras que cultivar y en su humilde condición, Dios le inspiró pasar con un humilde y noble oficio como el de carpintero, trasformar la madera en obras útiles para la vida humana, diríamos que puso un pequeño emprendimiento, con el taller de Nazaret, que le dio la posibilidad de ganar para el sustento de esta familia santa, y a través de su trabajo, cuantas casas en su pueblo podrían tener sus puertas y sus ventanas, sus muebles de la casa, sillas, o mesas donde comer.
S. José ejemplo de emprendedor para tantos que buscan hoy un empleo en medio de esta pandemia que ha dejado a tantos sin trabajo. Cuando el trabajo es parte del desarrollo de la persona y de la sociedad. Dios nos mandó trabajar S. José desde su carpintería nos da ejemplo de hombre social, que mirará por el progreso y el bien de la comunidad, a través de dicho oficio, entablará muchas relaciones con los habitantes de Nazaret, los mismos que solicitaran sus servicios y le encargaran que les haga muebles para el hogar, y entre la sierra y el martillo forjaran sus manos las obras que no solo lleven madera, sino el amor del que las hizo y el sudor de su frente, cumpliendo la ley de Dios, comer el pan cada día con el sudor de su frente.
El trabajo dignifica al hombre, el trabajo da valor, madura y da alegría a la mente y al corazón. imita a Dios creador, crea comunidad, sostiene a la familia unida y espacio de fraternidad.
En el taller de ese hogar estuvo Jesús el hijo que a José le encomendaron educar y formar, y cuánto aprendió Jesús de José, la ternura y disciplina del trabajo, como nos dice la biblia, «y el niño crecía, se desarrollaba y la gracia de Dios estaba con Él» Lc.2,39. Crecía en sabiduría, en edad y gracia ante Dios y ante los hombres” Lc2,52.
Gran maestro de ciencia humana tubo Jesús en el artesano José, el hombre justo, el hombre honrado y trabajador, el hombre fiel. seguro que sus vecinos quisieron ser como él. Aprendamos nosotros también. Trabajemos con calidad y caridad humana, que no haría José con sus paisanos, para dejarlos contentos al entregar sus trabajos, la madera fue modelando cepillando los listones y ensamblando tabla a tabla hasta acabar el encargo.
Y Jesús el aprendiz del carpintero, llevará el sobre nombre de carpintero. Seguro que también María pasaría muchos ratos contemplando en el taller a Jesús su hijo amado y a su esposo S. José trabajando. Seguro que la oración no faltó en el taller, que también juntos rezaron los salmos, Jesús, María y José, es la familia Sagrada, que Dios bendice hoy, y a cuantos hogares que elevan su plegaria a S. José, que les alcance el favor de poder tener su taller o un trabajo, a tantos jóvenes que ven frustrado sus sueños en medio de la pandemia, que viven con la esperanza de que cambien nuestros días, tengan todos trabajo y nuevo sol de justicia de paz y de amor.
S. José carpintero ruega por nosotros.