
Estamos en la semana Santa, todos los creyentes cristianos sabemos que estos días son días de reflexión, oración y alegría, en ellos celebramos los grandes misterios de nuestra fe: Muerte y Resurrección de Cristo.
Días de reflexión porque necesitamos revisar nuestra vida de cara a Dios y de cara a los demás, en que camino estamos y hacia donde nos dirigimos.
De oración porque la oración es encuentro profundo con Dios y nada mejor que en el silencio de la oración para escucharle y conversar con las necesidades más profundas que como humanos tenemos y como cristianos creemos en sus palabras, “orad para no caer en la tentación”, venid a mí y encontrareis vuestro descanso”.

De alegría porque somos hombres de fe y nos anunció que debía de morir para salvarnos y resucitar al tercer día, y en estos días de Semana Santa no nos quedamos solo en la cima del calvario contemplando a Cristo en la Cruz mostrándonos hasta donde nos amó dando la vida por nosotros, también sabemos que cumplió su promesa y RESUCITÓ, por ello compartimos la alegría y la compartimos para que todos vivan con esperanza.
Ecuador celebró un acontecimiento importante eligiendo a sus gobernantes, pero hoy estamos celebrando algo más importante, celebramos la vida para el mundo que Dios nos da con su misericordia, sin la misericordia de Dios estamos perdidos, el ser humano débil, frágil y limitado cae por tierra y para levantarse nadie mejor para levantarnos que la fe en ese Cristo que nos dice: levántate y camina, siempre nos espera y nos levanta y nos abraza como Padre al hijo prodigo, todos hemos de reconocernos pecadores , que hemos malgastado nuestra vida que es la que él nos da cada día, somos hijos pródigos que necesitamos regresar a la casa del padre, necesitados de la misericordia del perdón.

La Semana Santa son días de reconciliación, para por la misericordia del perdón encontrar la paz y vivir en la justicia, ninguna medicina mejor que el perdón para curar nuestros males, escuchemos a Cristo que dijo a la pecadora “vete en paz y no peques más y desde la cruz nos perdona:” Padre perdónales porque no saben lo que hacen”. No hay progreso sin paz, por ello nuestro compromiso hoy es rechazar toda violencia, y no hay paz sin justicia y nuestro compromiso es defender la verdad.
Pero en la Semana Santa Jesús no termina en la muerte de la cruz, sino venciendo a la muerte con su Resurrección. Y esta es la verdad más fuerte de nuestra fe que profesamos, y celebramos los creyentes, Cristo ¡¡ Resucitó!! y por ello los cristianos debemos estar alegres y contentos porque la muerte fue vencida y nuestros pecados perdonados.

El sábado santo tocaran las campanas para anunciar la noticia más grande que el mundo ha escuchado. Cristo vive y nosotros vivimos con EL, por ello hoy les decimos a todos FELICES PASCUAS, no has nacido para estar triste Con Cristo se puede todo, y todo es posible para el que tiene fe en El.
Este año la Iglesia católica está viviendo un año jubilar de la Esperanza, solo el que cree con fe, puede tener esperanza y solo el que pone su esperanza en Dios no quedará defraudado, ni el dinero ni el poder nos puede dar la seguridad de vivir, Dios es nuestra esperanza. No nos dejemos robar la esperanza. no olvides, la semana Santa es un encuentro con la misericordia de Dios, él te la regala, pídesela con un corazón arrepentido y encontraras la paz y la justicia. Vivamos esta Semana Santa con la alegría de la fe y la esperanza en quien no defrauda.
Rafael Cob García, Obispo de Puyo.