Hemos entrado en la Semana Santa, la semana grande y la semana intensa para nosotros católicos y cristianos que miramos a ese Jesús camino de la Cruz para salvar este mundo roto y desfigurado. SUMIDO EN EL DOLOR DE UNA PANDEMIA .
Es difícil imaginar que las personas creyentes en este Cristo de la semana Santa, pueda pasar sin expresar su fe con algún gesto externo. El domingo de Ramos era uno de los días que mas gente reunía en los templos en la Semana Santa y donde la gente expresaba externamente su fe. Llevar su ramo con alegría para que el sacerdote le bendijera y rociara al menos con una gotita de agua en su ramo y volverse a casa contento después de escuchar la narración de la entrada de Jesús en Jerusalén y después el evangelio de la pasión y muerte del Señor era un rito sin el cual no podía pasar el domingo de ramos. Nos imaginamos ahora en un confinamiento como el que estamos padeciendo , sin salir de casa en este día, sería muy difícil para mucha gente no ver alguien que en nombre del Señor bendijera su ramo o le dijera una palabra de aliento ,un signo de que algo diferente ha comenzado, la semana santa con el Domingo de ramos.
Por ello este año2020 ha sido sin precedentes, se saltaron barreras y Dios permitió que nuestro pueblo creyente, que no pudo ir al encuentro de esa bendición en los templos, fue Jesús en la persona de nuestros sacerdotes el que salió de nuevo por nuestras calles para bendecir nuestros ramos , para bendecir nuestras casas y a nuestras familias.
Si, fue muy especial esta salida de Jesús por las calles de nuestras parroquias en este domingo de Ramos para darnos una bendición inedita. Lo recordaran los fieles para muchos años ,se lo contaran los padres a sus hijos, y dirán,: aquel domingo de ramos, el año de la pandemia corona virus , fue una bendición especial lo que nosotros recibimos, no podíamos salir de nuestras casas y El vino hasta nosotros y nos dio su bendición, como ninguna vez había ocurrido una bendición inédita .
Pudimos ver con emoción ,que los mas pobres de nuestras periferias se sentían amados por Dios. Que emocionante, que lagrimas saltaron de mucha gente en agradecimiento a Dios y a nuestra Iglesia, vieron que en medio del dolor de la pandemia, el pastor pensó que no debe dejar solas a sus ovejas, menos cuando éstas más lo necesitan.
Si, fue una gracia ver a la gente que en sus puertas habían dejado sus ramos en los altares provisionales con sus letreros: “Bendito el que viene en nombre del Señor” querían proclamar a Cristo como su rey como lo hicieran en Jerusalén los niños y la gente sencilla, al que le esperaban como bendición para sus vidas y la de su familia.
Era impresionante ver como salieron corriendo con sus ramos en las manos porque escucharon la música del carro que traía el sacerdote bendiciendo, y no podían perderse esa bendición porque el carro quizá no pasaría por su puerta por estar su casa lejana a la calle. cuanta gentes sacaba junto con el ramo, recipientes de agua para que se bendijera, cuantos desde donde les podíamos divisar nos saludaban alzando sus manos y al darles nuestra bendición se santiguaban como aquel que a la distancia recibe algo muy valioso que no puede perder.
Si ,el domingo de ramos en Puyo fue diferente, la gente super agradecida lloraba de alegría, este año también les llegó la bendición de ese Jesús manso y humilde , que esta vez no venia en burrito sino en el balde de la camioneta o caminando por nuestras calles.
Era una sed de Dios la que expresaban con su fe, este año hicieron arcos de ramos en sus puertas salieron a las veredas a mendigar más que el pan y las fundas de alimentos, la fuerza espiritual en la bendición de ramos . Una vez más Jesús les decía que no están solos, que El camina con ellos, que El esta en su casa y con ellos se quiere quedar.
Nunca se valoran las cosas lo suficiente hasta que se pierden. Por eso, este domingo de ramos no le queríamos perder, que pasara sin detenerse, fue un domingo sin precedentes. Valoremos la fe de nuestro pueblo y su religiosidad popular en esta Semana Santa , demos el tiempo a Dios que es el que nos puede salvar de todos males, Seguirá esa ramita o esa maceta que fue bendecida en nuestras habitaciones o en nuestros balcones o ventanas, esas personas y familias que fueron bendecidas nunca se olvidaran de este día de domingo de ramos. Dios vino a nuestro encuentro. Gracias Señor del Domingo de ramos.
También como entonces, los pobres y los niños salieron a sus caminos para ver al Señor y decirle que acabe la pandemia del corona virus. La lucha sigue, y Jesús continua alimentando nuestra fe y fortaleciendo nuestra esperanza. El tiempo corre, ya queda menos para llegar a la meta de la Pascua y como Pascua pasaremos a vivir de otra manera.
También Jesús sigue con nosotros en esta semana Santa. déjale entrar en tu casa en tu corazón no le olvides el domingo le proclamamos como nuestro rey, no seamos como muchos que un domingo le proclaman como a su rey y el viernes siguiente gritan, crucifícale.
El ramo nos recuerde Cristo es nuestro Rey a quien le queremos servir y amar porque el nos amó primero y nos amó hasta dar la vida por nosotros.
Agradecemos a todos los que hicieron posible esta odisea que tanta gracia de bendición trajo para nuestro pueblos. Gracias a la Intendencia que nos concedió los permisos para hacerlo , a los que colaboraron en sus parroquias a la gentes que preparo con tanto cariño sus puetas y altares en las calles , a la policía que acompañó a las misioneras y misioneros que con valentía y generosidad como buenos pastores salieron para alimentar la fe y las almas de su rebaño Gracias a Dios que nos da cada día las fuerzas y la vida para servirle. VIVA CRISTO REY
R.Cob