Cuando ya hemos caminado un tercio del camino de este Sínodo Amazónico en Roma ,sentimos que la Iglesia es nuestra casa, en ella los hermanos se escuchan ,una casa abierta y universal, se abrieron puertas y ventanas para que el Espíritu aletee fuerte sobre los huéspedes que la visitamos, una casa de confianza donde te puedes sentir amado y escuchado a pesar de los diferentes pensamientos que cada uno con libertad pronuncia, y con respeto es escuchado, ciertamente que la barca de Pedro avanza hacia aguas más profundas en el rio del Espíritu .
Si en verdad la barca de este Sínodo lleva un nombre, “AMAZÓNICO” y es ahí donde enfocamos la realidad que vivimos, no es menos cierto que el eco va más allá de los horizontes y fronteras del bioma pan amazónico y es que en realidad, como dice Laudato Si, todo en el planeta en que vivimos está interconectado.
Los padres sinodales que han participado en otros Sínodos, dicen que este sínodo es diferente, ¿porque será? Ciertamente el contenido responde a desafíos que van mas allá de lo que propiamente ha tratado ordinariamente la Iglesia, La Ecología Integral, es un problema y preocupación global en todo el planeta. La casa común que hay que cuidar es responsabilidad de todos.
También en el aula sinodal se ve un mosaico de caras que creo que hablan de la universalidad de la fe en la Iglesia, cardenales, obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas, laicos, hombres y mujeres de distintos países y organizaciones eclesiales, de diferentes razas y lenguas y sobre todo una representación de otras iglesias cristianas no católicas, así como expertos en el tema a tratar, todo da un conglomerado complejo, pero que el Espíritu Santo se ha encargado de que todo se esté desarrollándose con una gran comunión y armonía, como un nuevo Pentecostés, ciertamente es un Kairós ,tiempo de bendición especial de Dios .El mundo indígena y de la mujer perdió su temor y timidez para dejar oír con fuerza en este Sínodo su voz.
Creo que lo que pensábamos, lo que añorábamos lo que deseábamos se está viviendo, como diría el profeta: “estoy haciendo algo nuevo ,¿no lo notáis?” no podemos quedarnos como diría Calderón de la Barca: ” y los sueños ,sueños son” más bien diríamos como dijimos,” lo que juntos se sueña, es más fácil hacerlo realidad”. Soñamos juntos, y surgió la REPAM, esta maravillosa Red eclesial, cuya semilla sembramos en Puyo, y ha dado copiosos frutos, caminamos juntos, y se ha hecho un camino de una Iglesia sinodal y en salida, con un espíritu misionero imparable, es el gran río pan amazónico que ha ido recorriendo kilómetros y kilómetros dando alegría y esperanza a su paso por nuestras tierras, agua que fecunda sin cesar el proyecto de defender la vida de este pulmón de la humanidad ,despertando nuestra mente y nuestra conciencia de los grandes desafíos que nos comprometen a construir juntos, uniendo voluntades y alianzas , un mundo nuevo fraterno , antes de que esta tierra se vuelva a futuro en un desierto irrespirable, con un punto irreversible ,que exige como nos pide Laudato Si una conversión ecológica integral, personal y comunitaria.
Y junto con esta preocupación del cuidado de la casa común no perdemos de vista la primera parte del titulo de este Sínodo: ” Nuevos caminos para la Iglesia”. Una realidad incuestionable que interpela a nuestra Iglesia amazónica y a todo el mundo, porque como decíamos con S. Pablo, cuando un miembro del cuerpo sufre, todo el cuerpo sufre con el “nunca mejor prueba para experimentarlo, que la realidad que nos ha tocado vivir en esta semana con la situación dramática y angustiosa que hemos vivido en Ecuador ante la violencia desatada por las medidas económicas que tomó el gobierno del Ecuador, no importan las distancias geográficas que nos separen, más de 10.000 Km. allá y acá en este Sínodo, como un solo cuerpo hemos vivido el dolor, y juntos hemos alzado la plegaria de la oración a Dios y a la Virgen María como madre, latiendo con u solo corazón hasta alcanzar la paz soñada, aunque costó un alto precio de sangre, por las víctimas mortales que causó este conflicto, lo cual hondamente lamentamos, y esperamos que no se vuelva a repetir.
Esta parte del Sínodo nos empuja a buscar esos nuevos caminos de evangelización en nuestra Amazonia, una nueva conversión pastoral que pide la Evangeliun Gaudiun. Propuestas no han faltado, esperamos que el tiempo de discernimiento dará en su momento la respuesta, sin duda alguna como ya dijimos , Este Sínodo, marcará un hecho histórico en la Iglesia y de ella saldrá una Iglesia mas ministerial y menos clerical. Hemos escuchado riquísimas experiencias y propuestas que con creatividad y valentía darán una nueva imagen de Iglesia.
La barca sigue surcando las aguas del río y el capitán de este barco, es el Papa Francisco, Padre y Pastor, Profeta que guiado por el Espíritu Santo nos conduce mar adentro por los nuevos caminos del Espíritu. Que no nos resistamos al Espíritu Santo, Espíritu que sigue inspirando y guiando a su Iglesia, porque no hemos sido llamados para vivir en el temor sino en el amor, por este amor a la Iglesia, seremos la Iglesia samaritana y profética que no pasa de largo ante el que sufre.
Rafael Cob García
Obispo Vicario Apostólico de Puyo