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CRONICA MISIONERA

noviembre 22, 2020

En tiempo de pandemia el pastor no olvida sus ovejas.

Después de una semana intensa dirigiendo los ejercicios espirituales a los misioneros combonianos , tras la teoría misionera  debemos  confirmarlo con la practica  en nuestra selva amazónica, visitando las comunidades  indígenas de Pakayacu y Sarayacu.

Antes de entrar a la selva experimentábamos el consuelo de Dios con el encuentro fraterno de nuestros hermanos obispos en Quito par elegir a la nueva directiva de la CEE. Tambien en Puyo , enviándonos nuevos misioneros ad-gentes a los que dábamos la posesión en sus nuevos destinos en Shell y Tarqui. Igualmente dábamos la entrada al noviciado de las hermanas Dominicas a  la joven Nancy, nacida en nuestro Puyo, una bendición más de este Dios Padre que   poco  a poco  nos deja contemplar su amor hecho respuesta a nuestras suplicas.

Parece que para el misionero no hay tiempo que perder, y el obispo como pastor de sus ovejas a pesar de la pandemia, desea visitar a los más alejados después de quedar truncado  la visita que debía haber hecho  tiempo atrás. La pandemia no detiene el amor de Dios.

El Lunes  toca ponerse en marcha  hacia las comunidades kichuas de Pakayacu y Sarayacu. Y a las 7 de la mañana ya nos espera la Hna. Viqui y el joven Leonardo para llevarme al puerto  del rio  Bobonaza en Chargayacu , donde acompañado del Hermano javeriano Sebastian  zarparemos en la canoa rio abajo  con el catequista Sabino que vino a nuestro encuentro  , después de dos horas de contemplación de las riberas del rio,  pudimos apreciar los estragos de las inundaciones de meses  pasadas donde el furioso rio ,desbordado los limites de su cauce fue arrancado arboles y llenando de troncos las orillas   formando nuevas playas e islas a lo largo del rio, arrancando puentes y sembrando el pánico en los que les tocó sufrir a parte de la pandemia,  este segundo  golpe , quedando sin la yuca y el plátano sembrado en las chacras de sus orillas. Al final llegamos a Pakayacu, no hay puente se lo llevo el rio hasta arrancar de cuajo los castillos en los que se sujetaba los cables del puente.

Nos tocará trepar  por la loma  hasta llegar a la plaza del poblado donde nos espera la nueva casita para misioneros  recién construida,  porque la anterior en donde tantos años vivieron los misioneros como Sor María amenazaba ruina  la mayoría de  madera estaba  muy podrida. En la nueva casita nos esperaban la Hna Rosa y el seminarista Nixon que nos ayudaron a llevar nuestra carga. El primer día buscamos en la bodega las cosas que nos servirían e hicimos de carpinteros,  colocando las camas y clavando  algunas tabla  donde colocar la ropa colgando cortinas ect… El obispo se quedaría en lo que se pensaba ser bodega y los demás en las dos habitaciones restantes todo pequeñito pero hecho con mucho amor. que responde a las necesidades que requiere la vida del misionero, sobriedad y sencillez y ligero de equipaje.

Mientras la Hermana hace el almuerzo,  nosotros ordenamos la bodega y salones de catequesis  en la cocina acomodamos un armario de botiquin , una estantería vieja y tantos otros cacharros  validos  para continuar  sirviendo  a los ilustres huéspedes.

 En la tarde fueron llegando gente para confesarse. Llegó la noche  y cenamos a la luz de las velas  y después de una conversa  fraterna nos fuimos a descansar

Al día siguiente serian las primeras comuniones, un grupo de 10 adolescentes  muy contentos  veían hecho realidad su sueño de recibir a Jesús  sacramentado .a pesar de la pandemia  pudieron recibir el sacramento mas valioso después del bautismo, contentos  recibieron un librito del rosario, algunos pendientes del partido de futbol corrieron para escuchar  por la radio  entre Ecuador y Colombia  ganando Ecuador 6-1.una noche estrellada celebraba la victoria,  nos hubiéramos quedado toda la noche contemplando el firmamento cuajado de estrellas , verdaderamente para quedarse estasiado ante el espectáculo estrellado, mientras rezamos el rosario a la luz de una vela pidiendo por los niños y los jóvenes  que estos días están recibiendo los sacramentos.

Al día siguiente serian las confirmaciones, empezaron con alegría preparando la decoración con las  arcos de palmas  en el espacio cubierto tejidos por  el hijo de Sabino y el Hno. Sebastián ,donde seria la celebración  por ser el espacio  mas adecuado para lel número de gente  que no cogería en la Iglesia , se confirmaron 14 jóvenes .  a las 9 partiendo la procesión desde la casa del catequista  empezaríamos con la bendición de la  nueva casa  misionera que reaizó el Sr,. Obispo, Sor María le hubiera gustado estar en este momento de tantos recuerdos vividos en la vieja casa, pero las circunstancias no ameritaba  por la dificultad del acceso desde el rio  sin puente .

Llegados al espacio deportivo dio inicio la celebración, el Sr.Obispo en la homilía les recuerda a los jóvenes su compromiso al declararles por el sacramento adultos en la fe para dar testimonio de ella, también pide a los padrinos que den algunos consejos a sus ahijados   a estilo camachina en ese momento antes de ser confirmados.

Terminada la ceremonia  tendremos el camari  como  almuerzo fraterno en la casa de Sabino su catequista  que con tanta fidelidad a pesar de la pandemia les había preparado. No faltó  para los invitados la carne de monte y la chicha de yuca en el banquete .

Nosotros después del almuerzo llegó de Sarayacu el Catequista Camilo con su canoa para llevarnos a Sarayacu. El misionero no se detiene sigue su camino evangelizador,  después de una hora contemplando las riberas del rio. Al llegar al puerto de Sarayacu vemos los estragos que hicieron las inundaciones la comunidad empezó las obras de restauración. Gradas a la plaza, planta administrativa y salón ce asambleas comunal. La hermana Charito prepara el espacio cubierto con comisiones organizadas  para ello.

La tarde la dedicaríamos a confesar y ensayar la ceremonia con los que van hacer su primera comunión, después de explicarles la parábola del hijo prodigo y los mandamientos tenemos las confesiones y ensayo de cantos , atardece en Sarayacu y mientras  la Hermana  Rosita  culmina la preparación de la cena,  toca la campana para rezar juntos las vísperas.

Después de la cena conversamos como se encuentra la realidad de la comunidad. Comentan que algún grupo con el pretexto de ser curanderos en esta pandemia ha venido  de fuera algunas personas  perturbando  o confundiendo lo que puede derivar en crear grupos  religiosos. También en el tiempo de la pandemia   entró mucho trago, el cual se ha quedado como justificativo para seguir vendiéndolo y consumiéndolo hombres jóvenes y mujeres, para derivar  en  las borracheras  durante las mingas. Cosa rara en esta comunidad que tenia como norma, prohibido la entrada de trago u alcohol .lo que ha provocado  peleas y violencia intrafamiliar . temas que trataremos al día siguiente en la homilía tratando de disuadir su consumo.

 El jueves  en la mañana preparamos el escenario y los signos ornamentales  en el espacio cubierto a las 3 p.m. seria la celebración de las comuniones  y dos bautismos de jóvenes que han pedido este sacramento.

Cabe destacar al final del día, que hoy  llegaron algunos con unos pescaditos  comentando que era como agradecimiento por la ayuda  de alimentos que les dio la Misión cuando por las inundaciones no tenían nada que comer.

Hoy jueves también es el cumpleaños del hermano Sebastian, javeriano, con 33 años de vida, la edad de Jesucristo, lo festejamos con un almuerzo especial y pidiendo a Dios le de salud y sabiduría para seguir siendo un gran misionero.

Niños y adolescentes recibirán por primera vez a Jesús Sacramentado para alimentar su espíritu .

El obispo pide a todos valorar este sacramento alimento de vida eterna y comprometerse a defender la vida que Dios ha creado en la maravilla de esta naturaleza amazónica en que vivimos. La Hermana Rosita  en su trabajo evangelizador  por los barrios y las casas lleva el espíritu de las Santas Misiones Populares y el mensaje de la encíclica Laudato si. La gente muy contenta con sus asambleas de reflexión cristiana va creciendo en el espíritu.

Después de la misa acompañados por Patricia Gualinga pasamos el rio para ir a ver a sus padres  Sabino y Corina, los primeros catequistas de la comunidad, ya muy mayores, D. Sabino se va acercando al siglo con sus 96 años de edad, muy fieles y entregados  en el servicio a la Iglesia. Muy contentos de que el obispo les visite en su casa, compartimos en sabroso diálogo, el presente, pasado y futuro sobre la comunidad de Sarayacu y la misión de Puyo, repasamos la historia de antiguos misioneros que pasaron por esta parroquia.  Fue una visita de bendición de Dios dando gracias a Dios por la semilla que estos mayores sembraron en este pueblo.

Llegaría el día de las confirmaciones  de mañanita  temprano llegaron a la puerta de la misión dos hombres de la comunidad de Sarayaquillo, repartiendo  medicina elaborada con las plantas medicinales que regalan a la gente cada semana,  para crear defensas ante la pandemia que para ellos ya pasó, nadie lleva mascarillas y el ambiente natural del entorno en que vive les favorece , sin embargo toda prevención es buena.

El seminarista Nixon junto con el hermano Sebastián y la Hermana Rosa después de laudes y el desayuno se fueron al espacio cubierto para arreglar el lugar , el tiempo corre y a las 9 de la mañana comienza la ceremonia , el día amaneció nublado y amenaza de lluvia pero poco a poco se va disipando las nubes y quedaría un día  despejado. Los 25 confirmandos ya van llegando con sus signos culturales, la gente va llenando el espacio cubierto, en el templo no hubiera cogido todos. El monitor catequista Camilo da inicio con la introducción y comienza el canto. Llega la hora del sacramento precedido por la homilía del obispo aterrizando en aquellos puntos que la comunidad ha manifestado que hay que poner atención.

1.-La unidad del pueblo frente a las amenazas de grupos pseudorreligiosos  que rompen con lo que siempre Sarayacu defendió, una sola fe ,la Católica , 2.-unidad frente a las amenazas de la deforestación , de la explotación maderera  ante la venta de madera de balsa en la zona, y la explotación  petrolera. Sarayacu siempre fue líder y quiere seguir siéndolo en la defensa de sus derechos como pueblos indígenas amazónicos y su hábitat. El obispo hace hincapié en el mensaje del Sínodo Amazónico y la exhortación querida Amazonia del Papa Francisco. Donde participaron representantes de Sarayacu como Patricia Gualinga, hay que cuidar la casa común de este planeta tierra la Pachamama se va desmoronando por la falta de responsabilidad de sus habitantes.

3.- Invita a los jóvenes a defender sus raíces y su identidad cultural, invita a escuchar a los mayores para mantener a su pueblo en un dialogo intercultural sin perder los grandes tesoros de su sabiduría ancestral.4.- finalmente ante la gran amenaza de muerte física y moral que esta produciendo la venta y consumo de “trago” y droga entre los jóvenes y adultos  incluso mujeres debilitando las familias  y aumentando  con las borracheras  en las mingas la violencia. Leemos y comentamos la carta a los Gl.5,13-26. donde Pablo nos dirá que los que practican tales cosas no se dejan guiar por el Espíritu de Dios sino por la carne del cuerpo, por ello no podrán entrar en el Reino de Dios. Jóvenes están llamados a vivir la libertad de los hijos de Dios no a ser esclavos en el libertinaje.

Damos gracias a Dios por esta oportunidad que Dios nos ha dado con esta celebración. Sarayacu salió fortalecida en su fe y en su unidad, la pandemia no pudo frenar la evangelización en esta tierra. Cristo con su espíritu descendió sobre estos jóvenes y este pueblo llamado pueblo rebelde, esa sana rebeldía sea de verdad, para que venza el bien frente al mal. Seguimos luchando con la gracia del Espíritu Santo para que el Reino de amor y de justicia se construya cada día en esta tierra amazónica.

Agradeciendo su presencia y acogida, el Obispo les pide que valoren y cuiden a las misioneras y servidores catequistas que tienen como un gran tesoro que no tienen muchas comunidades, y oren por construir una Iglesia con rostro indígena y amazónico y oren tambien por su obispo

Llega la hora de partir, en la pista aguarda la avioneta que nos sacará para Puyo de regreso. Dios ha sido grande con nosotros y estamos alegres porque ha bendecido a su pueblo.

Esperamos volver de nuevo, para ver el crecimiento de la semilla que Dios nos dio y como buen pastor debemos no olvidarnos de las ovejas que Él nos confió. Laudato si.