UN SÍNODO QUE ILUMINÓ LA IGLESIA DESDE LAS PERIFERIAS.
Después de 2 años, pareciera hoy pensar con nostalgia aquel Sínodo Amazónico que nos llegó como fruto del Espíritu Santo que mueve las mentes como la del Papa Francisco para dar al mundo aquello que mas necesita. Recordar es revivir, y hoy queremos revivir aquellos días en la ciudad romana junto a Pedro, en el mes misionero de octubre del 2019. Queremos hacer balance de ese proceso eclesial recorriendo un camino que ha hecho historia y ha dejado huellas que seguir y frutos para alimentar la vida de tantos hombres y mueres que luchan con esperanza.
1.-Comenzando por el discurso profético del Papa Francisco en Puerto Maldonado( Perú), pisando la Amazonia y manifestando el cariño a esos pueblos de la selva, guardianes de la tierra y memoria de una historia inédita, tesoro incalculable de sabiduría ancestral y respuesta a tantos desafíos de una sociedad que se desmorona buscando recetas por caminos equivocados envueltos en la ambición y codicia .
2.- No podía olvidar el trabajo de la REPAM, semilla que inicio en nuestro Vicariato de Puyo que seria bautizada en Brasilia, para ser un motor incansable escogido por el Papa para realizar este Sínodo Amazónico. Con un trabajo inmenso de preparación presi nodal de escucha de las comunidades y sensibilizando al mundo sobre la doctrina de Laudato Si, igualmente en las siguientes etapas del desarrollo del Sínodo y Postsinodal, para defender la Vida de la casa común la tierra especialmente en la Amazonia y de los pueblos que en ella habitan .
3.- Tampoco podemos dejar de expresar lo que sentimos en el aula sinodal en compañía del Papa, durante aquellas tres semanas de un trabajo intenso que resumiríamos en tres palabras como vivencia que yo sentí: Tiempo de BENDICION, COMUNION Y COMPROMISO. En el aula sinodal de Roma ,sentimos que la Iglesia es nuestra casa, en ella los hermanos se escuchan ,una casa abierta y universal, se abrieron puertas y ventanas para que el Espíritu aletee fuerte sobre los huéspedes que la visitamos, una casa de confianza donde te puedes sentir amado y escuchado a pesar de los diferentes pensamientos que cada uno con libertad pronuncia, y con respeto es escuchado, ciertamente que la barca de Pedro avanza hacia aguas más profundas en el rio del Espíritu. pero nadie duda que este Sinodo fue una bendición de Dios, que se vivió una comunión eclesial en él a pesar de las diferencias de pensamiento, y que suscitó un compromiso eclesial.
4.- SINODALIDAD de la Iglesia, aun recuerdo las palabras del Papa Francisco casi al final de las sesiones sinodales Enel aula “ hemos avanzado y aprendido a trabajar en una Iglesia sinodal. Caminando juntos y sintiéndonos todos parte de la misma familia. El eco va más allá de los horizontes y fronteras del bioma pan amazónico y es que en realidad, como dice Laudato Si, todo en el planeta en que vivimos está interconectado. La Ecología Integral, es un problema y preocupación global en todo el planeta. La casa común que hay que cuidar, es responsabilidad de todos.por ello creo que la Sinodalidad de la Iglesia será una nota que dejó huella en la metodología del vivir y el hacer de la Iglesia .
5.- DIVERSIDAD Y UNIVERSALIDAD :Oíamos a hermanos obispos que habían participado en otros sínodos y decían: este Sínodo es diferente. En el aula sinodal se veía un mosaico de caras, que creo que hablan de la universalidad de la fe en la Iglesia, cardenales, obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas, laicos, hombres y mujeres de distintos países y organizaciones eclesiales, de diferentes razas y lenguas y también, una representación de otras iglesias cristianas no católicas, así como expertos en el tema a tratar, todo da un conglomerado complejo, pero que el Espíritu Santo se encargó de que todo se desarrollase en una gran comunión y armonía, como un nuevo Pentecostés, ciertamente es un Kairós ,tiempo de bendición especial de Dios .
6.- CONVERSION: esta fue la palabra clave y eje trasversal del sínodo . soñamos juntos, caminamos juntos, y construimos juntos, se ha hecho un camino de una Iglesia sinodal y en salida, con un espíritu misionero imparable, es el gran rio pan amazónico que ha ido despertando nuestra mente y nuestra conciencia para los grandes desafíos que nos comprometen a construir juntos, uniendo voluntades y alianzas , un mundo nuevo fraterno , antes de que esta tierra se vuelva a futuro, en un desierto irrespirable, con un punto irreversible, un punto sin retorno, ello exige una conversión ecológica integral, personal y comunitaria como nos pide Laudato Si,.
7.- NUEVOS CAMINOS PARA LA EVANGELIZACIÓN. Junto con la preocupación del cuidado de la casa común, no perdemos de vista la primera parte del título de este Sínodo: ” Nuevos caminos para la Iglesia”. Una realidad incuestionable que interpela a nuestra Iglesia amazónica y a todo el mundo, por ello decimos con S. Pablo, “cuando un miembro del cuerpo sufre, todo el cuerpo sufre con él”.
La Amazonia manifestó con fuerza en el aula sinodal el gran desafío. ¿ como evangelizar para que una comunidad cristiana crezca y madure su fe, si no le es posible la celebración de la eucaristía culmen y centro de la vida cristiana, porque la realidad de la inmensa selva en este bioma amazónico es diferente,y no cuenta con sacerdotes que puedan celebrarla. Ciertamente que se puso de manifiesto que hay que pasar de una Iglesia clerical a una iglesia más ministerial. Y de una Iglesia de visita a una Iglesia de presencia. Basándonos en la vocación bautismal de todo cristiano, asi como el protagonismo evangelizador de la mujer en la Iglesia. Debemos desarrollar más el compromiso de los laicos cristianos. Se dieron propuestas que fueron recogidas y que esperamos que vayan madurando para hacerse realidad.Todos los números del documento final del Sínodo obtuvieron el número de votos suficientes para ser aprobados. Esto a su vez causa también admiración y revela para todos el sentir general los participantes .
8.-FRUTOS FLORECIDOS DEL SINODO: Aparte de los frutos que dio el Sínodo en su celebración diremos que después de un año comienzan a recogerse los primeros frutos. Se sembraron las semillas en el campo abonado de la Iglesia. Y serán fecundadas por el Espíritu que guía e impulsa a la Iglesia. Como primer fruto del Sínodo, tenemos la Exhortación postsinodal QUERIDA AMAZONIA que nos regaló el 12 de febrero pasado el Papa Francisco invitándonos a soñar en este camino iniciado por el Sinodo un documento que ilumina el hacer y el vivir de la Iglesia universal desde la Amazonia.